1 Nupcias de Tobías y Sara Y llegó a la casa de Ragüel; y Sara también salió a su encuentro y saludóle, y él a ellos; y les introdujo en la casa. |
2 Y dijo Ragüel a Edna (a) , su mujer: «¡Qué semejante de este jovencito con mi primo Tobit!» |
3 Y preguntóles Ragüel: «¿De dónde sois, hermanos?» «De los hijos de Neftalí, los cautivos en Nínive.» |
4 Y díjoles: «¿Conocéis a Tobit, nuestro hermano?» Y ellos dijeron: «Conocemos.» Y díjoles: «¿Está bien?» |
5 Y ellos dijeron: «Y vive y está bien.» Y dijo Tobías: «Padre mío es.» |
6 Y saltó Ragüel y besóle mucho y lloró; |
7 y bendíjole y le dijo: «Eres hijo de un hombre hermoso y bueno.» Y oyendo que Tobit había perdido sus ojos, entristecióse y lloró. |
8 Y Edna, su mujer, y Sara, su hija, lloraron también, y acogiéronlos cordialmente. |
9 Y sacrificaron un carnero de ovejas (b) y pusiéronles delante viandas abundosas. Y dijo Tobías a Rafael: «Azarías, hermano, habla acerca de lo que dijiste en el viaje, y termínese el asunto.» |
10 Y comunicó la palabra a Ragüel; y dijo Ragüel a Tobías: «Come, bebe y gozoso estáte; pues te corresponde a la hijita mía tomar; empero te diré la verdad: |
11 he dado mi hija a siete varones, y, apenas entraban a ella, morían por la noche; empero lo que es ahora, gozoso estáte.» Y dijo Tobías: «No gustaré nada aquí, hasta que os estéis y os constituyáis ante mí.» Y dijo Ragüel: «Llévala desde ahora, según el juicio (c) ; y tú, hermano eres de ella, y ella tuya es; y el piadoso Dios os prosperará lo más bello.» |
12 Y llamó a Sara, su hija, y, tomando la mano de ella, entrególa a Tobías por mujer, y dijo: «He aquí, según la ley de Moisés, llévala y condúcela a tu padre.» Y los bendijo. |
13 Y llamó a Edna, su mujer, y tomando libro, escribió la escritura matrimonial y la selló. |
14 Y comenzaron a comer. |
15 Y llamó Ragüel a Edna, su mujer, y díjole: «Hermana, prepara la otra alcoba, e introdúcela.» |
16 E hizo como dijo, e introdújola allá, y lloró (d) ; y enjugó las lágrimas de su hija, y le dijo: «Consuélate, hija, el Señor del cielo y de la tierra te dé gracia en vez de esta tristeza; consuélate, hija.» |