Sabiduría 14 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 31 versitos |
1 Mirad a otro a punto de zarpar, pronto a desafiar al mar bravío
2 Pues a ésta la ideó el deseo del lucro, y la construyó, como artífice, la sabiduría.
3 Pero tu providencia, Padre, la gobierna, porque aun en el mar preparaste un camino, y una senda segura en las olas.
4 Así muestras que puedes salvar de todo peligro, aun cuando uno embarque sin conocimiento de la técnica.
5 Quieres que no sean inactivas las obras de tu sabiduría; por eso los hombres confían sus vidas a un insignificante leño; y atravesando las ondas, llegan a salvo gracias a la barca.
6 También al principio, cuando los orgullosos gigantes perecían, la esperanza del mundo se refugió en una barca; y, gobernada por tu mano, dejó al mundo semilla de posteridad.
7 Sea, pues, bendito el leño por el cual se realiza la justicia.
8 Pero el ídolo, obra del hombre, sea maldito
9 Que igualmente aborrecibles son a Dios el impío y su impiedad.
10 Y la obra y el autor serán castigados.
11 Por eso también serán juzgados los ídolos de las naciones, porque, entre las criaturas de Dios, se convirtieron en abominación; en tropiezo para las almas de los hombres, y en lazo para los pies de los insensatos.
12 La idea de hacer ídolos fue el comienzo de la infidelidad; y su invención, la corrupción de la vida.
13 Ni existieron desde el principio, ni existirán para siempre.
14 Por la vanidad de los hombres entraron en el mundo; y por esto está previsto su rápido fin.
15 Un padre, consumiéndose de dolor por un luto prematuro, hace la imagen del hijo que tan presto le ha sido arrebatado; honra ahora como dios al hombre muerto y establece misterios e iniciaciones para sus subordinados.
16 Después, consolidada con el tiempo esta costumbre impía, se guarda como ley.
17 Y se da culto a las estatuas por decreto de los soberanos. No pudiendo los hombres honrarlos en su presencia por vivir lejos, representaron su figura lejana, haciendo visible la imagen del rey que veneraban. Así lisonjearon solícitos al ausente, como si estuviera presente.
18 La ambición del artista contribuyó a extender el culto entre quienes lo desconocían,
19 pues queriendo, sin duda, agradar al poderoso, realzaba con su arte la hermosura del representado.
20 La muchedumbre, seducida por el encanto de la obra, consideraba ahora como objeto de culto al que hasta hacía poco honraba como a hombre.
21 Y esto se convirtió en lazo para la humanidad, porque los hombres, que servían como esclavos al infortunio o a la tiranía, impusieron a piedras y a leños el nombre incomunicable.
22 Después, no les bastó errar sobre el conocimiento de Dios; sino que, viviendo en gran guerra de ignorancia, llaman paz a tan grandes males.
23 Celebran iniciaciones con infanticidios, con misterios ocultos, con desenfrenadas orgías, con ritos extraños;
24 y ya no guardan la pureza ni de vidas ni de matrimonios; uno suprime al otro a traición o lo atormenta con adulterios;
25 y en todo domina revuelta, confusión, sangre y homicidio, robo y fraude, corrupción, infidelidad, agitación y perjurio;
26 perturbación del bien, olvido de beneficios, contaminación de almas, perversión sexual, desórdenes matrimoniales, adulterio y lascivia.
27 Que el culto de ídolos sin nombre es principio, causa y término de todo mal.
28 Pues o se entregan a diversiones delirantes, o profieren falsos oráculos, o viven en injusticia, o perjuran de ligero.
29 Como ponen su confianza en ídolos sin vida, aunque juren en falso, no temen ser castigados.
30 Mas por ambos motivos les vendrá el castigo
31 Que no el poder de aquellos por quienes se jura, sino la justicia contra los pecadores es la que siempre castiga la transgresión de los injustos.

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Introducción a Sabiduría

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas