Sabiduría 5 La Biblia (Traducción en Lenguaje Actual, SBU, 2004) | 22 versitos |
1 En el día del juicio,

los que fueron fieles a Dios

estarán frente a los malvados.

No les tendrán miedo

a quienes los habían hecho sufrir,

ni temblarán ante

los que se burlaron de su dolor.

2 (2-3) Más bien, serán los malvados

quienes llorarán

y sentirán un miedo terrible,

cuando vean a Dios salvar a sus fieles.

Los malvados verán su error,

y se dirán unos a otros:

4 «¡Qué tontos fuimos

al burlarnos de la gente fiel a Dios!

Su vida nos parecía una locura

y su muerte una desgracia.

5 Pero Dios los ha puesto entre sus hijos,

y les ha dado un lugar entre su pueblo.

6 «¡Nunca actuamos con justicia!

¡Nos alejamos de la verdad!

¡Vivíamos como si el sol

no nos alumbrara!

7 Nunca quisimos buscar a Dios.

Siempre practicamos el mal.

Nuestra vida está llena de maldad.

8 Nuestro orgullo y riquezas

ya no sirven para nada.

9 Todo eso desapareció

con la rapidez de un mensajero

que lleva una noticia urgente;

10 como barco que navega por el mar

sin dejar huella alguna;

11 como pájaro que vuela por el aire

y no deja rastro alguno;

12 como flecha que cruza por el aire

sin dejar marcas de su paso.

13 «Así también nosotros:

tan pronto como nacemos

dejamos de existir;

tan pronto como morimos

caemos en el olvido.

¡Nuestra propia maldad nos destruye!»

14 La esperanza de los malvados

es como el polvo que se lleva el viento;

como humo que arrastra el viento;

como recuerdo de un viajero,

que nunca más regresó.

15

El futuro glorioso de los buenos

Los buenos viven para siempre;

el Dios altísimo los cuida

y tiene un premio para ellos.

16 Dios los hará príncipes,

les pondrá una hermosa corona,

y con su gran poder

los protegerá y los defenderá.

17 Con los malvados será diferente,

Dios usará la fuerza de su enojo

y movilizará a su creación

para destruir a sus enemigos.

18 La justicia es la coraza de Dios,

y la rectitud, su casco.

19 Su santidad es su escudo,
20 y su enojo, su espada.

Su aliado es el universo entero,

y juntos destruirán a los malvados,

porque fueron muy necios.

21 Desde el cielo,

Dios lanzará rayos,

22 y hará caer granizo.

Así los malvados

serán arrastrados por los ríos,

y acabarán ahogados en el mar.

No habrá para ellos compasión.

23 Un fuerte viento los barrerá;

un huracán los hará desaparecer.

Porque su maldad arruinó la tierra

y destruyó a los reyes.


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Introducción a Sabiduría

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Fuente: Traducción En Lenguaje Actual Con Deuterocanonicos En Orden Alejandrino (2004)

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Notas