1 4. Débora y Barac [a] Débora y Barac derrotan a Sísara Después de la muerte de Ehud, los israelitas volvieron a hacer lo malo a los ojos del Señor, |
2 así que el Señor los entregó al poder de Jabín, un rey cananeo que gobernaba en la ciudad de Hasor. [b] El jefe de su ejército se llamaba Sísara, y vivía en Haróset-goím. [c] |
3 Jabín tenía novecientos carros de hierro, y durante veinte años había oprimido cruelmente a los israelitas, hasta que por fin estos suplicaron al Señor que los ayudara. |
4 En aquel tiempo los israelitas eran gobernados por una profetisa llamada Débora, esposa de Lapidot. [d] |
5 Débora acostumbraba sentarse bajo una palmera (conocida como ?la palmera de Débora?), que había en los montes de Efraín, entre Ramá y Betel, [e] y los israelitas acudían a ella para resolver sus pleitos. |
6 Un día, Débora mandó llamar a un hombre llamado Barac, [f] hijo de Abinóam, que vivía en Quedes, un pueblo de la tribu de Neftalí, [g] y le dijo: –El Señor, el Dios de Israel, te ordena lo siguiente: ?Ve al monte Tabor [h] y reúne allí a diez mil hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón. |
7 Yo voy a hacer que Sísara, jefe del ejército de Jabín, venga al arroyo Quisón [i] para atacarte con sus carros y su ejército. Pero voy a entregarlos en tus manos.? |
8 –Solo iré si tú vienes conmigo –contestó Barac–. Pero si no vienes, yo tampoco iré. |
9 –Pues iré contigo –respondió Débora–. Solo que la gloria de esta campaña que vas a emprender no será para ti, porque el Señor entregará a Sísara en manos de una mujer. Entonces Débora fue con Barac a Quedes. |
10 Allí Barac llamó a las tribus de Zabulón y Neftalí, y reunió bajo su mando un ejército de diez mil hombres. Débora iba con él. |
11 Cerca de Quedes, junto a la encina de Saanaim, estaba el campamento de Héber el quenita, quien se había separado de los demás quenitas que, como él, descendían de Hobab, el suegro de Moisés. [j] |
12 Cuando Sísara supo que Barac había subido al monte Tabor, |
13 reunió sus novecientos carros de hierro [k] y a todos sus soldados, y marchó con ellos desde Haróset-goím hasta el arroyo Quisón. |
14 Entonces Débora dijo a Barac: –¡Adelante, que ahora es cuando el Señor va a entregar en tus manos a Sísara! ¡Ya el Señor va al frente de tus soldados! Barac bajó del monte Tabor con sus diez mil soldados, |
15 y el Señor sembró el pánico entre los carros y los soldados de Sísara en el momento de enfrentarse con la espada de Barac; hasta el mismo Sísara bajó de su carro y huyó a pie. |
16 Mientras tanto, Barac persiguió a los soldados y los carros hasta Haróset-goím. Aquel día no quedó con vida ni un solo soldado del ejército de Sísara: todos murieron. |
17 Como Jabín, el rey de Hasor, estaba en paz con la familia de Héber el quenita, Sísara llegó a pie, en su huida, hasta la tienda de Jael, la esposa de Héber, |
18 la cual salió a recibirle y le dijo: –Por aquí, mi señor, por aquí. No tengas miedo. Sísara entró, y Jael lo escondió tapándolo con una manta; |
19 entonces Sísara le pidió agua, pues tenía mucha sed. Jael destapó el odre donde guardaba la leche [l] y le dio de beber; después volvió a taparlo. |
20 Sísara le dijo: –Quédate a la entrada de la tienda, y si alguno viene y te pregunta si hay alguien aquí dentro, dile que no. |
21 Pero Sísara estaba tan cansado que se quedó profundamente dormido. Entonces Jael tomó un martillo y una estaca de las que usaban para sujetar la tienda de campaña, y acercándose sin hacer ruido hasta donde estaba Sísara, le clavó la estaca en la sien, contra la tierra. Así murió Sísara. [m] |
22 Y cuando Barac llegó en busca de Sísara, Jael salió a recibirle y le dijo: –Ven, que te voy a mostrar al que andas buscando. Barac entró en la tienda y encontró a Sísara tendido en el suelo, ya muerto y con la estaca clavada en la cabeza. |
23 Así humilló el Señor aquel día a Jabín, el rey cananeo, delante de los israelitas. |
24 Y desde entonces los israelitas trataron a Jabín cada vez con mayor dureza, hasta que lo destruyeron.
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