Eclesiástico 20 La Biblia (Traducción en Lenguaje Actual, SBU, 2004) | 31 versitos |
1

Hay que saber callar

Hay veces que no conviene

reprender a una persona;

lo mejor es quedarse callado.

2 Pero es mejor reprender

que guardarse el enojo.

3 El que confiesa su falta

se libra de la desgracia.

4 El que recurre a la violencia

para hacerse justicia,

es como el hombre sin pene

que quiere violar a una virgen.

5 Hay quienes pasan por sabios,

porque saben cuándo callar;

pero otros se hacen odiosos

porque hablan demasiado.

6 Hay quienes guardan silencio

porque no tienen qué decir,

pero otros se quedan callados

y hablan en el momento oportuno.

7 Es de gente sabia hablar

en el momento indicado;

pero la gente ignorante

habla en cualquier momento.

8 Hay quienes se hacen odiosos

porque siempre hablan de más;

y hay quienes se hacen más odiosos

porque abusan de su autoridad.

9

Las cosas extrañas de la vida

Hay veces que la desgracia

resulta provechosa;

otras veces, la buena suerte

acaba en una desgracia.

10 A veces se hace un regalo,

y no se saca ningún provecho;

otras veces se da algo

y al final se recibe el doble.

11 Hay honores que traen desgracias,

y hay gente humilde que triunfa.

12 Hay quienes compran mucho

para aprovechar un buen precio,

pero no hay que olvidar

que lo barato sale caro.

13 Da gusto escuchar al sabio,

pero no es muy agradable

oír al tonto decir piropos.

14 El tonto regala vidrios,

y espera recibir diamantes.

15 ¡Qué odiosa es la gente

que hoy te da y mañana te pide!

Es poco lo que te da

y es mucho lo que te insulta,

¡y lo grita a los cuatro vientos!

16 Dice el necio que no tiene amigos

porque nadie agradece sus favores.

17 Según él,

se aprovechan de su bondad,

y luego lo critican.

Con esto sólo se gana

la burla de todo el mundo.

18

El arte del buen hablar

Duele menos caer al suelo

que ser atrapado en una mentira.

19 La gente grosera

se parece a los chistes de mal gusto,

que repiten los maleducados.

20 En boca de los tontos

los refranes pierden su gracia,

porque siempre los repiten

cuando es menos oportuno.

21 Hay gente tan pobre

que no tiene dinero

para cometer ciertos pecados,

pero al menos duerme tranquila.

22 Hay otros que siempre fracasan

por timidez o por miedo.

23 Hay otros que pierden amigos

por prometer y no cumplir.

Así se ganan enemigos

por no saber decir que no.

24

La mentira

Los mentirosos y los ignorantes

tienen fama de siempre mentir.

25 Más vale un ladrón que un mentiroso,

aunque al fin de cuentas

a los dos les vaya mal.

26 De un mentiroso nadie habla bien;

la mala fama siempre lo acompaña.

27

Ventajas y peligros de los sabios

El sabio sabe abrirse camino,

y sabe también ganarse el aprecio

de los que tienen poder.

28 El que cultiva la tierra

obtendrá una buena cosecha.

Si los poderosos te apoyan,

nadie se fija en tus faltas.

29 Los regalos pueden cegar a los sabios,

y hacer que se callen ante una injusticia.

30 Cuando la sabiduría queda oculta,

es tan inútil como un tesoro escondido.

31 Esconde tu estupidez y pasarás por sabio,

esconde tu sabiduría y pasarás por tonto.[1]


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Introducción a Eclesiástico

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Fuente: Traducción En Lenguaje Actual Con Deuterocanonicos En Orden Alejandrino (2004)

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Notas

Eclesiástico 20,31

[1] 20.31 Algunos mss. agregan el v. 32: Más vale buscar a Dios en todo momento que vivir desenfrenadamente.