1 Hay que ayudar al necesitado (1-4) Queridos jovencitos, no se burlen de los que sufren, ni aumenten su tristeza. No abandonen a los pobres, ni le nieguen ayuda a quien les pida limosna. |
5 Si no lo hacen así, esa persona podría maldecirlos. |
6 Si le amargan la vida y esa persona los maldice, nuestro Dios atenderá su protesta. |
7 Gánense el cariño de la gente y respeten a las autoridades. |
8 Cuando un pobre los salude, devuélvanle el saludo. |
9 Defiendan a los que son maltratados, y luchen sin miedo por lo que es justo. |
10 Dios los tratará como a hijos si ustedes atienden a las necesidades de los huérfanos y las viudas. Así Dios los amará más que sus propias madres. |
11 Beneficios de la sabiduría La sabiduría trata como hijos a quienes buscan sus enseñanzas. |
12 El que ama la sabiduría, ama también la vida; el que la busca con empeño, encontrará la felicidad. |
13 El que llega a poseerla, recibe la bendición de Dios. |
14 Amen a la sabiduría, y Dios los amará a ustedes. Sigan los consejos de ella, y estarán adorando a Dios mismo. |
15 Obedézcanla y vivirán seguros y además gobernarán naciones. |
16 Confíen en la sabiduría, y ella estará al servicio de ustedes y de sus descendientes. |
17 La sabiduría los pondrá a prueba, para ver si realmente la aman; |
18 pero luego los hará felices y les hará saber sus secretos. |
19 Sigan, pues, por el buen camino, para que ella no los abandone; así no fracasarán en la vida. |
20 Ni valentón ni cobarde Hagan todo el bien que puedan y no le hagan daño a nadie; así no tendrán de qué avergonzarse. |
21 Hay dos clases de vergüenza: la que siente el pecador, y la que siente el hombre honrado. |
22 Está bien que tengan vergüenza, pero no se hagan daño a sí mismos. |
23 Siempre que sea necesario, no se queden callados ni escondan su sabiduría, |
24 porque en el modo de hablar se conoce al hombre sabio. |
25 (25-26) No es ninguna vergüenza reconocer la propia ignorancia. Es más vergonzoso negar la verdad; ¡es como querer detener un río! |
27 No les hagan caso a los tontos, ni se humillen ante los poderosos. |
28 Cueste lo que cueste, luchen siempre por la verdad, y Dios luchará a su lado. |
29 No hablen más de lo necesario; respalden con hechos sus palabras. |
30 No sean valientes en la casa y cobardes en la calle. |
31 Si extienden la mano para recibir, extiéndanla también para dar. |