Eclesiástico 8 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 19 versitos |
1 No disputes con el poderoso, | no sea que caigas en sus manos.
2 No pelees con el rico, | no sea que te venza con su influencia, | porque el oro ha perdido a muchos | y ha pervertido corazones de reyes.
3 No disputes con un charlatán, | y no eches más leña a su fuego.
4 No bromees con el insensato, | no sea que se burle de tus padres.
5 No reproches al que se arrepiente del pecado, | recuerda que todos somos culpables.
6 No te burles del anciano, | pues también nosotros envejeceremos.
7 No te alegres de la muerte de nadie, | recuerda que todos moriremos.
8 No desdeñes los discursos de los sabios, | sino ocúpate en meditar sus proverbios, | porque de ellos aprenderás instrucción | y el arte de servir a los grandes.
9 No desprecies los discursos de los ancianos, | que también ellos aprendieron de sus padres; | porque de ellos aprenderás inteligencia | y a responder cuando sea necesario.
10 No atices las brasas del pecador, | no sea que te quemes en sus llamas.
11 No te encares con el insolente, | para que no tienda una trampa a tu boca.
12 No prestes a uno más fuerte que tú, | y si le prestas, dalo por perdido.
13 No salgas fiador por encima de tus posibilidades, | y si lo haces, piensa en cómo pagar.
14 No entres en pleito con un juez, | ya que, dada su condición, sentenciarán a su favor.
15 Con un temerario no vayas de viaje, | no sea que te complique la vida, | pues él actuará según su capricho | y a causa de su locura tú te perderás.
16 No pelees con el violento, | ni atravieses con él el desierto, | porque para él la vida no tiene valor | y, cuando estés indefenso, te matará.
17 Con un necio no te aconsejes, | pues es incapaz de mantener la palabra.
18 Delante de un extraño no hagas nada secreto, | pues no sabes lo que sacará a la luz.
19 No abras tu corazón a cualquiera, | ni le dejes que te arrebate la felicidad.

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Introducción a Eclesiástico

ECLESIÁSTICO

Este libro, también conocido como Sirácida o de Ben Sira, fue tan leído en la Iglesia antigua que recibió el nombre de Eclesiástico, es decir, libro de la asamblea (ekklesia). Es el único libro del Antiguo Testamento que lleva la firma de su autor (Sir 50:27); fue escrito originalmente en hebreo por un maestro de sabiduría conocido como Jesús Ben Eleazar Ben Sira, hacia el 180 a.C. en Jerusalén. Ben Sira fue un sabio, un escriba profesional enamorado de la ley y de la sabiduría. Su pretensión fue transmitir el patrimonio religioso de Israel a las nuevas generaciones que, sin duda, sentían la atracción del mundo griego y de su cultura. Sin rechazar por principio las nuevas ideas que se iban infiltrando en la sociedad judía, el sabio supo inculcar a los jóvenes el valor de sus tradiciones y, sobre todo, su fe incondicional en Dios

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas