I Macabeos 4 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 61 versitos |
1
Judas vence a Nicanor, Gorgias y Lisias.
Y tomó Gorgias cinco mil varones y mil jinetes escogidos, y movióse de noche,
2 para lanzarse sobre los judíos, y percutirlos de improviso; y los hijos del alcázar le servían de guías.
3 Y oyó Judas y decampó él y los fuertes, para percutir la fuerza del rey, en Emaúm;
4 mientras estaban dispersas las fuerzas del campamento.
5 Y vino Gorgias al campamento de Judas, de noche, y a nadie halló; y los buscaba en los montes, y se dijo: «Huyen éstos de nosotros».
6 Y junto con el día, apareció Judas en la llanura, en tres mil varones; empero defensas (a) y cuchillas no tenían según que querían.
7 Y vieron un campamento de gentes fuerte, lorigado y caballería rodeándolo; y éstos, enseñados a guerra.
8 Y dijo Judas a los varones los con él: «No temáis la muchedumbre de ellos; y el ímpetu de ellos no os acobarde.
9 Acordaos cómo se salvaron nuestros padres en la mar roja, cuando los persiguió el faraón con su ejército.
10 También ahora clamaremos al cielo, si de alguna suerte se ha de apiadar de nosotros y acordarse del testamento de nuestros padres y quebrantar este campamento ante nuestra faz hoy.
11 Y conocerán todas las gentes que hay quien redima y salve a Israel».
12 Y levantaron los alienígenas sus ojos y viéronlos venir al frente;
13 y salieron del campamento a la guerra; y trompetearon con Judas.
14 Y acometiéronse y fueron quebrantadas las gentes y huyeron a la llanura.
15 Pero los últimos todos cayeron en espada, y persiguiéronlos hasta Gazerón y hasta las llanuras de la Idumea, y Azoto y Yamnia; y cayeron de ellos hasta tres mil varones.
16 Y volvió Judas y la fuerza suya de perseguir tras ellos.
17 Y dijo al pueblo: «No codiciéis el botín; pues hay guerra, delante de nosotros,
18 y Gorgias y su fuerza en el monte, cerca de nosotros; empero poneos ahora contra nuestros enemigos y debeladlos, y, después de esto, cogeréis el botín con tranquilidad».
19 Aún hablando Judas esto, apareció cierta parte, asomando al monte.
20 Y vio (b) que se ha vuelto, y que incendian (c) el campamento; pues el humo que se veía, declaraba lo sucedido.
21 Ellos, esto viendo, acobardáronse sobre manera; y viendo también el campamento de Judas, en la llanura, pronto a batalla;
22 huyeron todos a tierra de alienígenas.
23 Y volvió Judas al despojo del campamento, y cogieron oro mucho y plata, y jacinto, y púrpura marina y riquezas grandes.
24 Y, volviendo, himnodiaron y bendijeron al cielo, al Señor: «Porque hermosa, porque por el siglo es su misericordia».
25 Y fue hecha salud grande a Israel en aquel día.
26 Y cuantos de los alienígenas salvaron, llegando anunciaron a Lisias todo lo acontecido:
27 Este, oyendo desconcertóse y desmayó; pues no lo que quería, esto sucedió a Israel; y no lo que había dispuesto, para él, el rey, eso sobrevino.
28 Y en el siguiente año reunió Lisias de varones escogidos sesenta millares, y cinco mil jinetes, para debelarlos.
29 Y vinieron a la Idumea y acamparon en Betorón; y afrontóles Judas en diez millares de varones.
30 Y vio el ejército fuerte, y oró y dijo: «Bendito eres, el salvador de Israel, el que quebrantaste el ímpetu del poderoso en mano de tu siervo David, y entregaste el campamento de los alienígenas en manos de Jonatás, hijo de Saúl y de su armígero.
31 Encierra este ejército en mano de tu pueblo de Israel, y avergonzados sean en su fuerza y en su caballería.
32 Dales cobardía y deshaz audacia de su fuerza y estremézcanse con su quebrantamiento.
33 Derríbalos con espada de los que te aman, y lóente todos los que conocen tu nombre, en himnos».
34 Y chocaron entre sí, y cayeron del ejército de Lisias hasta cinco mil varones y cayeron enfrente de ellos.
35 Mas, viendo Lisias la acontecida audacia, y cómo prontos están a vivir o morir noblemente, decampó a Antioquía, y llevaba extraños; y habiendo reintegrado el ejército, pensaba de nuevo marchar sobre la Judea.
36 Pero dijo Judas y sus hermanos: «He aquí quebrantados están nuestros enemigos, ascendamos a purificar el santo y renovar».
37 Y congregóse todo el ejército; y ascendieron al monte de Sión.
38 Y vinieron al santuario, desierto; y el altar profanado; y las puertas quemadas; y, en los atrios, nacidos matorrales como en la sierra o como en uno de los montes; y los pastoforios, arrasados.
39 Y desgarraron sus vestiduras y plañeron plañido grande, y echáronse ceniza sobre su cabeza.
40 Y cayeron de rostro sobre la tierra, y trompetearon con las trompetas de las señales, y clamaron al cielo.
41 Entonces ordenó Judas varones para guerrear contra los del alcázar, mientras él purificase el santo.
42 Y eligió sacerdotes intachables, amantes de la ley.
43 Y purificaron el santo; y llevaron las piedras de la contaminación a lugar impuro.
44 Y deliberaron acerca del ara del holocausto la profanada, qué a ella hacer.
45 Y cayóles una determinación buena: arrasarla, a fin de que no se les convirtiese en oprobio, por haberla contaminado las gentes; y arrasaron el ara.
46 Y guardaron las piedras en el monte de la casa, en sitio conveniente, hasta que viniese un profeta a responder acerca de ellas.
47 Y tomaron piedras enteras, según la ley, y edificaron el altar nuevo, según el primero.
48 Y edificaron el santo y el interior de la casa; y los atrios santificaron.
49 E hicieron vasos sagrados nuevos y entraron el candelabro y el altar de los timiamas y la mesa, en el templo.
50 E incensaron sobre el altar, y encendieron las lámparas las sobre el candelabro y alumbraron en el templo.
51 Y pusieron sobre la mesa panes y extendieron los velos; y consumaron las obras que hicieron.
52 Y madrugaron al alba, el veinticinco del mes el nono (éste, el mes de Casleu) del año ciento cuarenta y ocho.
53 Y ofrecieron sacrificio, según la ley, sobre el altar de los holocaustos, el nuevo que hicieron.
54 Según el tiempo y según el día en que lo profanaron las gentes, en ese fue renovado en cantares, y cítaras, y cíniras y en címbalos.
55 Y cayó todo el pueblo de rostro, y adoraron y bendijeron al cielo, al que les prosperó.
56 E hicieron la dedicación del altar ocho días, y ofrecieron holocaustos, con alegría, y sacrificaron sacrificio de salud y loor.
57 Y exornaron todo el frente del templo con coronas áureas y escudillos; y dedicaron las puertas y los pastoforios; y les pusieron puertas.
58 Y hubo alegría grande en el pueblo, sobremanera; y apartado fue el oprobio de las gentes.
59 Y estableció Judas y sus hermanos y toda la congregación de Israel, que se hagan los días de la dedicación del altar, en sus tiempos, año, por año, días ocho, desde el veinticinco del mes de Casleu; con alegría y gozo.
60 Y edificaron en aquel tiempo el monte de Sión; en contorno muros altos y torres fuertes; para que nunca, viviendo las gentes, los hollasen, como hicieron antes.
61 Y dispuso allí un ejército para guardarlo, y lo fortificaron, para guardar a Betsura, a fin de que tuviese el pueblo fortificación a la faz de la Idumea.

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Introducción a I Macabeos

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Fuente: Jünemann (1992)

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Notas

I Macabeos 4,6
6 a. Escudos, coraza.



I Macabeos 4,20
20 b. Gorgias.
c. Los israelitas.