II Macabeos 7,37
“
Yo, lo mismo que mis hermanos, entrego mi cuerpo y mi vida por las leyes de nuestros antepasados; invoco asimismo a Dios para que pronto muestre su misericordia a nuestra nación y para que tú, a fuerza de ser atormentado y flagelado, lo reconozcas como el único Dios. ”