I Samuel 3 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 21 versitos |
1
Revela Dios a Samuel el castigo de Helí
Y el niñito Samuel estaba ministrando al Señor a la faz de Helí el sacerdote; y palabra del Señor era rara en aquellos días; no había visión distinguible.
2 Y aconteció en aquel día que Helí dormía en su lugar y sus ojos empezaban a apesadumbrarse y no podían ver.
3 Y la lámpara de Dios, antes de apagarse, Samuel dormía en el templo, donde estaba el arca de Dios.
4 Y llamó el Señor: «¡Samuel, Samuel!» Y dijo: «Heme aquí.»
5 Y corrió a Helí y dijo: «Heme aquí, que me has llamado.» Y dijo: «No te he llamado: vuélvete; duerme.» Y volvióse y durmió.
6 Y prosiguió el Señor y aún llamó: «¡Samuel, Samuel!» Y fue a Helí segunda vez y dijo: «Heme aquí, que me has llamado.» Y dijo: «No te he llamado, hijo mío; vuélvete; duerme.»
7 Y Samuel aún no conocía a Dios y no se le había revelado la palabra del Señor.
8 Y prosiguió el Señor llamando a Samuel, en tercera vez. Y levantóse y fue a Helí y dijo: «Heme aquí que me has llamado.» Y entendió Helí que el Señor había llamado al niñito;
9 y dijo: «Vuélvete, duerme, hijo; y será que si te llamare, dirás: «Habla, Señor, que escucha tu siervo.» Y fue Samuel y durmióse en su lugar.
10 Y vino el Señor y detúvose y llamóle como una vez y una vez: «¡Samuel, Samuel!» Y dijo Samuel: «Habla, que escucha tu siervo.»
11 Y dijo el Señor a Samuel: «Heme aquí: yo hago mis palabras en Israel, de modo que de todo el que las oyere, retiñirán ambas orejas de él.
12 En aquel día suscitaré sobre Helí todo cuanto he hablado a su casa; comenzaré y terminaré.
13 Y le he anunciado que vindicaré yo su casa hasta los siglos, por las iniquidades de sus hijos, porque maldiciendo, sus hijos a Dios, y no los amonestaba, y ni así.
14 Juré a la casa de Helí: ¡Si será propiciada la iniquidad de la casa de Helí, en timiama y en hostia hasta los siglos!»
15 Y durmió Samuel hasta el alba, y madrugó al alba, y abrió las puertas de la casa del Señor; y Samuel temió anunciar la visión.
16 Y dijo Helí a Samuel: «¡Samuel, hijo!» Y dijo: «Heme aquí.»
17 Y dijo: «¿Cuál la palabra la hablada a ti? No ocultes ahora de mí: esto te haga Dios y esto añada (a) , si ocultares de mí una palabra de todas las razones las habladas en las orejas tuyas.»
18 Y refirióle Samuel todas las razones y no le ocultó. Y dijo Helí: «El Señor, lo bueno en sus ojos hará.»
19 Y engrandecido fue Samuel, y era el Señor con él, y no cayó de todas sus razones sobre la tierra.
20 Y conocieron todo Israel, desde Dan y hasta Bersabé que el fiel Samuel era un profeta del Señor.
21 Y continuó el Señor manifestándose en Silo; porque se reveló el Señor a Samuel. Y fue creído Samuel que profeta se hacía al Señor, para todo Israel (b) , de confín de la tierra y a confín. Y Helí, anciano sobremanera; y sus hijos andando andaban; y malo su camino era a la faz del Señor.


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Introducción a I Samuel

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Fuente: Jünemann (1992)

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Notas

I Samuel 3,17
17 a. Quedan tácitas las conminaciones.



I Samuel 3,21
21 b. Desde aquí falta el vs. en H.