II Corintios 5, 2-4

Porque, estando en ella, gemimos, anhelando sobrevestirnos de nuestra morada celeste, con tal de que seamos hallados vestidos, no desnudos. Porque los que estamos en esta tienda gemimos agobiados, por cuanto no queremos ser despojados, sino más bien sobrevestidos, a fin de que eso mortal quede absorbido por la vida.
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