Marcos 8, 23-25

Y tomando de la mano al ciego, le sacó fuera de la aldea; y habiendo escupido en sus ojos, puestas sus manos sobre él, le preguntaba: ¿Ves algo? * Y habiendo alzado los ojos, decía: Veo los hombres... Me parecen árboles... Los veo caminar. Luego de nuevo puso las manos sobre sus ojos, y distinguía los objetos, y quedó restablecido, y veía de lejos claramente todas las cosas.
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