Mateo 5, 21-48

Oísteis que se dijo a los antiguos (Ex 20:13...): No matarás; y quien matare; será sometido al juicio del tribunal.* Mas yo os digo que todo el que se encolerizare con su hermano, será reo delante del tribunal: y quien dijere a su hermano «raca», será reo delante del sanhedrín; y quien le dijere «insensato», será reo de la gehena del fuego.* Si, pues, estando tú presentando tu ofrenda junto al altar te acordares allí de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y vete primero a reconciliar con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Sé condescendiente al concertarte con tu contrincante, presto, mientras vas con él en el camino, no sea caso que el contrincante te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te echen en la cárcel; en verdad te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último ochavo. Oísteis que se dijo (Ex 20:14): No cometerás adulterio. Mas yo os digo que todo el que mira a una mujer para codiciarla, ya en su corazón cometió adulterio con ella. Que si tu ojo derecho te es ocasión de tropiezo, arráncalo y échalo lejos de ti, porque más te conviene que perezca uno solo de tus miembros y que no sea echado todo tu cuerpo en la gehena. Y si tu mano derecha te sirve de tropiezo, córtala y échala lejos de ti, porque más te conviene que perezca uno solo de tus miembros y que no se vaya todo tu cuerpo a la gehena. Se dijo también (Dt 24:1): El que despidiere a su mujer, déle libelo de repudio. Mas yo os digo que todo el que despidiere a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace cometer adulterio; y quien se case con una repudiada comete adulterio. * Asimismo oísteis que se dijo a los antiguos (Ex 20:7...): No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Mas yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, pues es trono de Dios; ni por la tierra, pues es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, pues es la ciudad del «Gran Rey»; ni jures tampoco por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Sino sea vuestro lenguaje: «Sí» por sí, «No» por no; y lo que de esto pasa proviene del malvado. * Oísteis que se dijo (Lev 24:19-20): Ojo por ojo y diente por diente. Mas yo os digo que no hagáis frente al malvado; antes si uno te abofetea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiere ponerte pleito y quitarte la túnica, entrégale también el manto; y si uno te forzare a caminar una milla, anda con él dos; y a quien te pidiere, da; y a quien quisiere tomarte dinero prestado, no le esquives. Oísteis que se dijo (Lev 19:18): Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. * Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre, que está en los cielos; por cuanto hace salir su sol sobre malos y buenos y llueve sobre justos e injustos. Porque si amareis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿Acaso no hacen eso mismo también los publícanos? Y si saludareis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen eso mismo también los gentiles? Seréis, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.
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