Genesis 1, 1-14

I.— ORIGEN DEL MUNDO Y DE LOS SERES HUMANOS

(1—11)

Primer relato de la creación

(1:1—2:4a)

Cuando Dios, en el principio, creó * los cielos y la tierra º, º la tierra era una masa caótica * y las tinieblas cubrían el abismo, mientras un viento impetuoso º sacudía la superficie de las aguas. Entonces dijo Dios º: º — ¡Que exista la luz! Y la luz existió. Al ver Dios que la luz era buena º, la separó de las tinieblas, llamando a la luz “día” y a las tinieblas, “noche”. Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el primer día º. º Y dijo Dios: — ¡Que exista el firmamento y separe unas aguas de otras! Y así sucedió. Hizo Dios º el firmamento y separó las aguas que están abajo, de las aguas que están arriba. º Y Dios llamó “cielo” al firmamento º. Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el segundo día. Y dijo Dios: — ¡Que las aguas debajo del cielo se reúnan en un solo lugar, para que aparezca lo seco! Y así sucedió. Dios llamó “tierra” a lo seco y al conjunto de aguas lo llamó “mar”. Y vio Dios que esto era bueno. Y dijo Dios: — ¡Que la tierra se cubra de vegetación; que esta produzca º plantas con semilla, y árboles que den fruto con semilla, cada uno según su especie! Y así sucedió. Brotó de la tierra vegetación: plantas con semilla y árboles con su fruto y su semilla, todos según su especie. Y vio Dios que esto era bueno. Vino la noche, llegó la mañana: ese fue el tercer día. Y dijo Dios: — ¡Que haya lumbreras en el firmamento para separar el día de la noche, para distinguir las estaciones, y señalar los días y los años; º
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