Genesis 32, 25-29

(32:26) Viendo el desconocido que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esta parte quedó dislocada mientras luchaban. (32:27) Y el desconocido le dijo: — Suéltame, que ya despunta el alba. Y Jacob respondió: — No te soltaré hasta que me bendigas º. (32:28) El desconocido le preguntó: — ¿Cómo te llamas? Respondió: — Jacob. (32:29) Entonces el desconocido le dijo: — Ya no te llamarás Jacob *, sino Israel, porque has luchado contra Dios º y contra los hombres, y has vencido. º (32:30) Jacob, a su vez, le preguntó: — ¿Cuál es tu nombre? Pero el desconocido contestó: — ¿Por qué quieres saber mi nombre º? Y allí mismo lo bendijo.
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