I Corintios 2, 1-5

Pablo y su proclamación del mensaje en Corinto

Yo mismo, hermanos, cuando llegué a la ciudad, no les anuncié el proyecto salvador º de Dios con alardes de sabiduría o elocuencia. Decidí que entre ustedes debía ignorarlo todo, a excepción de Cristo crucificado; º así que me presenté ante ustedes sin recursos y temblando de miedo. º Mi predicación y mi mensaje no se apoyaban en una elocuencia inteligente y persuasiva; era el Espíritu con su poder quien los convencía, º de modo que la fe de ustedes no es fruto de la sabiduría humana, sino del poder de Dios.
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