I Corintios 9, 24-27

El ejemplo de los atletas

Bien saben ustedes que de todos los que participan en una competición atlética º, sólo uno recibe el premio. ¡Corran como para ganar! º Y ya ven de cuántas cosas se privan los que se entrenan con vistas a una prueba deportiva. Ellos lo hacen para conseguir una corona º que se marchita; nosotros, en cambio, aspiramos a un trofeo imperecedero. En cuanto a mí, no corro a ciegas, ni lucho como quien da golpes al aire. Si golpeo mi cuerpo con rigor y lo someto a disciplina, es porque yo, que he proclamado a otros el mensaje, no quiero quedar descalificado.
Ver contexto