I Reyes 2, 30-31

Benaías llegó al santuario del Señor y le dijo: — El rey te ordena que salgas. Joab respondió: — No. Moriré aquí. Benaías volvió a transmitir al rey la respuesta de Joab Entonces el rey le ordenó: — Haz lo que dice: mátalo y entiérralo º. Así nos limpiarás a mí y a la familia de mi padre de la sangre inocente derramada por Joab
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