I Reyes 8, 62-64
“
Conclusión de la fiesta
(2 Cr 7:4-10)
El rey y todo Israel con él ofrecieron sacrificios al Señor. Salomón sacrificó veintidós mil toros y ciento veinte mil corderos º, como sacrificio de comunión en honor del Señor. Así dedicaron el rey y todos los israelitas el Templo del Señor. Aquel día el rey consagró el interior del atrio que hay delante del Templo del Señor, ofreciendo allí los holocaustos, las ofrendas y la grasa de los sacrificios de comunión, pues el altar de bronce que hay delante del Señor era demasiado pequeño para contener los holocaustos, las ofrendas y la grasa de los sacrificios de comunión. ”