II Corintios 2, 10-13

A quien ustedes perdonaron, también yo le perdono; en realidad, lo que yo he perdonado —si algo he tenido que perdonar— lo he hecho por ustedes, y el mismo Cristo es testigo º. Hay que evitar que Satanás saque partido de esto, conociendo como conocemos sus ardides. º

Breve estancia en Troas

Me dirigí, pues, a Troas * para anunciar el mensaje de Cristo y, aunque se me ofrecía allí una magnífica oportunidad º de trabajar por el Señor, º mi corazón estaba sobre ascuas al no encontrar allí a Tito *, mi hermano. Así que me despedí de ellos y salí para Macedonia º.
Ver contexto