II Reyes  8, 3-6

Al cabo de los siete años la mujer regresó de territorio filisteo y fue a reclamar al rey su casa y sus tierras. El rey estaba hablando con Guejazí º, el criado del profeta, al que había pedido: — Cuéntame todos los prodigios que ha realizado Eliseo. Y cuando el criado contaba al rey cómo Eliseo había resucitado a un muerto, llegó la madre del niño resucitado, reclamando al rey su casa y sus tierras. Entonces Guejazí dijo: — Majestad, esta es la mujer y este es el niño al que resucitó Eliseo. El rey preguntó a la mujer y ella se lo contó. Luego el rey puso a disposición de la mujer un funcionario con estas órdenes: — Haz que le devuelvan todas sus posesiones º, junto con las rentas de sus tierras desde el día en que las dejó hasta el presente.
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