II Samuel  8, 2-3

También derrotó a Moab º; los tumbó en el suelo y los midió a cordel: por cada dos condenados a muerte, dejaba a uno con vida. Moab quedó sometido a David como vasallo tributario. Más tarde derrotó a Adadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá º, cuando iba a restablecer su dominio en el río Éufrates.
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