Ezequiel  17, 16-21

Lo juro por mí mismo —oráculo del Señor Dios— que morirá en Babilonia º, en el país del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento menospreció y cuya alianza rompió. Y cuando se construyan contra él torres de asalto y un terraplén para eliminar a una multitud de personas, que no cuente con que el faraón vaya a ayudarlo en la batalla con su poderoso ejército y sus numerosos soldados. Despreció el juramento hasta romper la alianza, haciendo todas esas cosas, incluso después de haberse comprometido. ¡No tiene posibilidad de salvación! Por eso, así dice el Señor Dios: Juro por mí mismo º que lo haré responsable de mi juramento, que despreció, de mi alianza, que rompió. Le echaré mi red y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia y allí lo juzgaré por haberme sido infiel. º Lo más selecto de todas sus huestes a espada caerá. Los que queden serán dispersados a todos los vientos. Y reconocerán que yo soy el Señor, que ha hablado. º
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