Isaías 14, 19-31

Pero tú has sido tirado y privado de tu tumba, igual que un feto asqueroso; estás cubierto de muertos, de traspasados a espada, como un cadáver pisado º. º No compartirás su sepulcro, pues arruinaste tu país y masacraste a tu pueblo. Nunca será mencionada la estirpe del malvado. Preparen la matanza de sus hijos, debido a la culpa de su padre; que no vuelvan a adueñarse del país y no llenen la tierra de ciudades. Voy a levantarme contra ellos —oráculo del Señor del universo—, arrancaré a Babilonia apellido, vestigio, retoño y vástago. —Oráculo del Señor—. Haré de ella un habitáculo de erizos, una zona de aguas pantanosas. La allanaré con llana de destrucción —oráculo del Señor del universo—.

Contra Asiria

Lo ha jurado el Señor del universo: “Sucederá según lo he planeado, se cumplirá según lo he decidido: acabaré con Asiria en mi tierra, º será pisoteada en mis montes; se librarán los míos de su yugo, caerá su carga de sus hombros”. Este es el plan adoptado sobre toda la tierra, esta es la mano extendida sobre todos los pueblos. ¿Quién puede desbaratar el plan del Señor del universo? ¿Quién puede desviar su mano extendida amenazante? º

Contra Filistea

El año de la muerte del rey Ajab, tuvo lugar el siguiente oráculo: º No te alegres a coro, Filistea, porque se haya roto la vara que te hería, pues la raíz º de la culebra dará una víbora, su fruto será un dragón volador. Los desvalidos pastarán como corderos, los pobres reposarán confiados. Matará de hambre tu raíz, asesinando lo que quede de ti. ¡Clama, puerta; ciudad, grita; tiembla, Filistea toda! Una polvareda se acerca desde el norte, sin nadie que escape a su ímpetu.
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