Jeremías  1, 13-15

Por segunda vez me dirigió el Señor su palabra en estos términos: — ¿Qué ves? Respondí: — Veo un caldero hirviendo, con sus bordes inclinados del lado del norte. º El Señor me dijo: — El desastre se precipitará desde el norte º sobre todos los habitantes del país, pues pienso citar a todos los clanes y reinos del norte —oráculo del Señor—. Vendrán y pondrán su sitial a la entrada de las puertas de jerusalén, en torno a todas sus murallas y en todas las ciudades de Judá.
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