Jeremías  30, 10-11

No temas º, siervo mío, Jacob —oráculo del Señor—, no tengas miedo, Israel. Te traeré ya libre, de lejos, traeré a tus hijos del destierro; Jacob volverá y descansará, tranquilo y sin sobresaltos, º pues estoy contigo para salvarte —oráculo del Señor—. Acabaré con todas las naciones por donde los había dispersado; pero contigo no acabaré, sólo te corregiré como conviene para que no quede impune tu pecado. º
Ver contexto