Juan  11, 38-39

Lázaro vuelve a la vida

Jesús, de nuevo profundamente emocionado, se acercó a la tumba. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra º. Jesús les ordenó: — Quiten la piedra. Marta, la hermana del difunto, le advirtió: — Señor, tiene que oler ya, pues lleva sepultado cuatro días.
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