Levítico 14, 4-7

el sacerdote ordenará traer, para el que ha de purificarse, dos aves vivas y puras, junto con madera de cedro, una cinta escarlata e hisopo. El sacerdote ordenará inmolar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente º. Después tomará el ave aún viva, la madera de cedro, la cinta escarlata y el hisopo, y los mojará en la sangre del ave inmolada sobre la vasija con agua corriente; º rociará siete veces al que va a ser purificado de la lepra y lo declarará puro; al ave viva la dejará en libertad por el campo.
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