Proverbios 23, 29-35

El borracho

¿Quién se lamenta? ¿Quién se queja? ¿Quién riñe? ¿Quién llora? ¿Quién golpea sin motivo? ¿Quién tiene ojos turbios? Los que se pasan con el vino y no cesan de catar bebidas. No mires el vino cuando rojea: ¡Cómo brilla en la copa! ¡Qué suavemente entra º! Pero al final muerde como serpiente, clava los dientes como víbora. Tus ojos alucinarán º, tu mente te hará decir tonterías; te sentirás como alguien flotando en alta mar, como quien se bambolea en la punta de un mástil; º y te dirás: “Me han pegado y no me duele; me han golpeado y no lo siento; en cuanto despierte pediré más vino”.
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