Proverbios 24, 1-22

Exhortaciones

No envidies a los malvados, ni desees estar con ellos, º pues su mente trama violencias y sus labios hablan de desgracias. Con sabiduría se edifica una casa, con inteligencia se consolida y con arte se llenan sus piezas de muebles confortables y valiosos. Más vale sabio que fuerte y persona docta que robusta; pues la estrategia gana las guerras y los buenos consejos dan victorias. º La sabiduría es inaccesible * al necio, incapaz de abrir su boca en público º. Al que trama maldades lo llaman malintencionado. La intriga del insensato es pecado, y la gente detesta al insolente. Si en día aciago flaqueas, eres flaco º de fuerzas. Salva a los condenados a muerte, libra a los conducidos al suplicio. Pues, aunque digas que no lo sabías, el que juzga los corazones lo conoce, el que vigila tu vida lo sabe; y él paga a cada cual según sus obras. º Come miel, hijo mío, porque es buena, el panal endulzará tu paladar. Pues así es la sabiduría para tu vida: si la encuentras, tendrás futuro y tu esperanza no se quebrará. No aceches la casa del justo, ni asaltes su morada; pues siete veces cae el justo y se levanta, pero los malvados se hunden en la desgracia. Cuando caiga tu enemigo, no te alegres; si tropieza, no saltes de gozo; º no sea que el Señor, al verlo, se moleste y deje de estar enojado con él. No te irrites por los malhechores, ni envidies a los malvados. º Porque el malo no tendrá futuro, la lámpara de los malvados se apagará. º Respeta, hijo mío, al Señor y al rey, no provoques a ninguno de los dos º; º porque de repente llega su castigo y nadie conoce el furor de los dos º.
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