Sabiduría 2, 1-5

Ellos, razonando equivocadamente, se dicen: “Nuestra vida es corta y triste. No hay remedio cuando el ser humano toca a su fin, ni consta que nadie haya vuelto del reino de la muerte º. º Nacimos por obra del azar y después de esta vida no tendremos futuro. Nuestro respirar es como el humo y la razón es una chispa que brota del latir del corazón º. Cuando ella se apaga, el cuerpo se reduce a cenizas y el espíritu se desvanece como un aire sutil. Con el paso del tiempo se olvidará nuestro nombre, nadie recordará las obras º que hayamos realizado. Nuestra vida pasará como la sombra de una nube, se disipará como cendales de niebla que el sol deshace con sus rayos y hace retroceder con su calor. El tiempo de nuestra vida es como una sombra que pasa; no podremos retrasar nuestro fin, un fin que ya que está sellado y nadie puede volver sobre sus pasos. º
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