Salmos 41, 4-10

(5) Yo dije: “Señor, apiádate de mí; cúrame, pues he pecado contra ti º”. º (6) Mis enemigos auguran mi desgracia: “¿Cuándo morirá y desaparecerá su nombre º?”. º (7) Si uno viene a verme, habla fingiendo, guarda para sí el engaño y al salir fuera lo cuenta. (8) Cuantos me odian murmuran juntos de mí, maquinan contra mí una desgracia: (9) “Un mal devastador lo invade” º, se acostó y no volverá a levantarse. (10) Hasta mi íntimo amigo en quien confiaba, el que comía de mi pan, me ha traicionado º. º (11) Pero tú, Señor, apiádate de mí, restabléceme, que yo les daré su merecido º.
Ver contexto