Salmos 89, 38-51

(39) Pero tú lo rechazaste y despreciaste, tú te enfureciste con tu ungido º, (40) rompiste la alianza con tu siervo, tiraste por tierra su corona. (41) Destruiste sus murallas, arrasaste sus fortalezas; º (42) los caminantes la saquean, sus vecinos se burlan de ella. (43) Has exaltado el poder de sus rivales, a sus enemigos has llenado de gozo. (44) El filo de su espada has doblado, no le has dado apoyo en la batalla; (45) has puesto fin a su esplendor, has tirado por tierra su trono. (46) Tú has acortado su juventud º, lo has cubierto de vergüenza. [Pausa] (47) ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá como el fuego tu ira? º (48) Recuerda que mi vida es un soplo, ¿por qué creaste al ser humano tan frágil? º (49) ¿Quién vivirá sin ver la muerte? ¿Quién escapará de las garras del reino de los muertos º? [Pausa] (50) Señor, ¿dónde está tu antiguo amor, el que juraste a David por tu fidelidad? (51) Recuerda, mi Señor, la humillación de tu siervo, a todos los pueblos que he de soportar º. (52) Tus enemigos me humillan, Señor, desprecian las huellas de tu ungido.
Ver contexto