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En cambio los malos y embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos. (II Timoteo  3, 13) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 3

3. ATENCIÓN A LOS PELIGROS FUTUROS (3/01-09).

a) Corrupción de costumbres (3,1-5a).

1 Ten en cuenta esto: que en los últimos días se presentarán coyunturas difíciles. 2 Los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, orgullosos, difamadores, rebeldes a los padres, desagradecidos, impíos, 3 sin corazón, irreconciliables, calumniadores, disolutos, crueles, enemigos de lo bueno, 4 traidores, temerarios, engreídos, más amigos del placer que de Dios, 5a teniendo apariencia de religión, pero renunciando realmente a la fuerza de ella.

Del presente vuelve el Apóstol los ojos al futuro, a los últimos días, al tiempo final, en el que se extenderá cada vez más la decadencia moral en todos los sentidos, de manera tremenda, como consecuencia del alejamiento de la verdad (cf. 1Ti_4:1-5). En la falsa doctrina, que cunde en Efeso como gangrena (1Ti_2:17) ve ya el germen y el comienzo de la corrupción general de costumbres que se manifestará en los últimos días. Así, en este cuadro de conjunto se compenetran las experiencias presentes y la visión del futuro, con la gran abominación prevista para los últimos tiempos, que está ya en acción ocultamente27. Pablo quiere en todo caso indicar a qué ha de conducir finalmente la oposición de los maestros del error contra las verdades reveladas por Dios. Los «últimos días» son los tiempos que han de preceder a la segunda manifestación de Cristo, cuando irrumpirán las angustias como de dolores de parto del final de los tiempos. Como entonces predominará la maldad, se enfriará el amor de muchos28. Las «coyunturas difíciles», el agobio y aprieto de aquellos últimos días no serán para san Pablo las catástrofes cósmicas, sino el aumento de la maldad humana por todas partes, que destruirá toda moral, toda religión y toda convivencia humana.

En un cuadro espeluznante muestra el Apóstol la corrupción de los hombres. El egoísmo y la codicia (cf. 1Ti_6:10) son las raíces de la corrupción masiva del género humano. El culto desenfrenado del yo campa por sus respetos sin consideración alguna. Las consecuencias son un ensoberbecimiento contra Dios, absoluta falta de verdadero amor de los semejantes, incluso para con los más allegados en la familia. A esto se añade una gran ficción, mentira e hipocresía. Se conservan las formas exteriores de la piedad, pero falta la verdadera sustancia interior.

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27.Cf. 2Th_2:7; Mat_24:11 s.

28.Cf. Mat_24:9-12; Mar_13:24; Luk_21:25-28.

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5b Apártate también de esta gente.

El comienzo de esta corrupción general de costumbres se deja notar ya, según la idea del Apóstol, en los falsos maestros y en sus maquinaciones dentro de la comunidad. Con esto vuelve el autor, de la descripción del futuro a la situación actual. De ahí la breve, pero decisiva intimación: «Apártate también de esta gente.» Se impone una separación incondicional de los falsos maestros, puesto que ha llegado ya el tiempo de hacer una clara división entre la comunidad y las fantasías de los maestros del error. Llama la atención la decisión con que el autor exige una y otra vez una clara separación entre los cristianos y los falsos maestros. No hay que entrar en discusiones ni en esgrima verbal con ellos (cf. 2,14.16.23), no hay que tratar de llegar a un compromiso con ellos. Es absolutamente necesario establecer una clara separación entre la luz y las tinieblas, entre Cristo y Belial (cf. 2Co_6:15), dado que los falsos maestros son instrumentos de Satán (cf. 2,26).

b) Manejos de los falsos maestros (3,6-9).

6 Porque de éstos son los que se introducen en las casas y cautivan a las pobres mujeres cargadas de pecados, que se dejan llevar de toda clase de deseos y están siempre aprendiendo, sin que nunca puedan alcanzar el conocimiento de la verdad.

Ahora fustiga Pablo con duras palabras el comportamiento de ciertos maestros del error. Seguramente tiene presentes hechos concretos en la comunidad de éfeso, donde falsos maestros se dirigen a mujeres, no en público, pues temen por su buen nombre, sino en secreto («se introducen») con el fin de ganárselas. Estas mujeres son designadas luego más en detalle: están «cargadas de pecados», tienen por tanto un pasado dudoso; «se dejan llevar de toda clase de deseos», así que todavía no han roto radicalmente con el gusto del pecado. Por otra parte están ávidas de nuevos conocimientos, pretextan su gran interés religioso, puesto que «están siempre aprendiendo». Sin embargo, no llegan nunca al conocimiento de la verdad sin rebozo por faltarles verdadera seriedad para aspirar a la salvación, ya que no llevan vida auténticamente cristiana y no están dispuestas a someterse en regla al mensaje de Cristo. Con toda su búsqueda religiosa no llegan a la verdadera fe cristiana, al conocimiento de la verdad.

8 De la misma manera que Janes y Jambres se opusieron a Moisés, estos tales se oponen también a la verdad: hombres de inteligencia pervertida, reprobados en materia de fe. 9 Pero no avanzarán más; pues, como pasó con aquéllos, su insensatez quedará patente a todo el mundo.

Los maestros del error que de esta manera tratan de ganar adeptos, pertenecieron en otro tiempo a la comunidad cristiana, pero, cegados en su inteligencia e impedidos por su falta de fe auténtica y comprobada, se apartan de la verdad. Ahora oponen resistencia a la proclamación de la buena nueva, el Evangelio de Dios, en la comunidad. Así se comportan como Janes y Jambres, aquellos hechiceros conocidos por la tradición judía -aunque no sabemos nada de ellos por el Antiguo Testamento- que se opusieron a Moisés cuando éste, por encargo de Dios, se presentó al faraón para obtener la liberación del pueblo elegido de la esclavitud de los egipcios29. Pero como entonces se descubrieron los enredos de los dos hechiceros 30, así también quedarán desbaratadas las maquinaciones de estos falsos maestros en la comunidad. El Apóstol expresa su firme convicción: Pero no avanzarán más, no conseguirán nada. Su trabajo de zapa fracasa, pues lleva ya en sí el germen de la ruina; en efecto, «su insensatez quedará patente a todo el mundo». Una vez más brota al lado de la buena semilla la cizaña que el enemigo malo había sembrado en el campo de Dios31. Una vez más los falsos maestros ponen en peligro la verdadera fe y con frecuencia la consistencia misma de la comunidad cristiana. Pero Dios mismo vela para que se conserve puro el Evangelio conforme a la promesa de Jesús: «Mirad: yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos» (Mat_28:20). Pero el Espíritu de Dios desarrolla y explica el mensaje de Cristo: «él os lo enseñará todo, y os recordará cuanto os he dicho yo» (Joh_14:26), todo lo que había anunciado Jesús. él disipa todo error, porque la fidelidad de Dios permanece para siempre (cf. Psa_116:2).

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29.Cf. Exo_7:8-12.

30.Cf. Exo_8:14 s; Exo_9:11.

31.Cf. Mat_13:24-30.

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4. EXHORTACIÓN A LA FIDELIDAD ( Mat_3:10-17).

a) Fidelidad a la enseñanza y a la conducta de Pablo (3/10-13).

10 Pero tú has seguido paso a paso mi enseñanza, mi conducta, mis decisiones, mi fe, mi comprensión, mi amor, mi constancia, 11 mis persecuciones, mis sufrimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Pero de todas ellas me libró el Señor.

A las maquinaciones de los falsos maestros contrapone el autor como contraste el seguimiento de su discípulo Timoteo. Desde que fue convertido por la predicación de Pablo, siguió su ejemplo en la doctrina, en la conducta cristiana personal (fe, comprensión, amor, constancia), en todo su empeño. Quiere ser fiel discípulo de su maestro, como un hijo quiere asemejarse a su padre. Hasta el espíritu de sacrificio y la prontitud para el sufrimiento propios del Apóstol representan una seria obligación para Timoteo; en efecto, le son bien conocidos los sufrimientos de los primeros viajes de misión, que ahora le trae a la memoria. Cuando entonces llegó Pablo a Listra, ciudad natal de Timoteo (Act_14:6), había sido ya anteriormente expulsado de Antioquía de Pisidia (Act_13:50). En Iconio se había librado a duras penas de la lapidación (Act_14:5). En Listra fue apedreado, arrastrado delante de la puerta de la ciudad, donde se le dejó por muerto (Act_14:19). Aquellos sufrimientos y persecuciones que había tenido que soportar el Apóstol no intimidaron a Timoteo ni le retrajeron de hacerse su discípulo y de ir en su seguimiento. El autor, que ahora está recluido en el calabozo, dirige la mirada lleno de gratitud a aquel primer viaje de misión con las estaciones de su vía dolorosa. Aunque lo que le tocó en suerte en el servicio del Evangelio fueron oprobios y persecuciones, el poder de Dios le sacó constantemente de todos los apuros. Es que de todos modos el Señor es más grande y más poderoso que toda la maldad humana.

12 Y todos los que quieran vivir religiosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos.

Ahora bien, todo lo que Pablo pasó y sufrió se aplica a todos los discípulos de Jesús en este mundo. De intento hace notar que todos los seguidores de Jesús -cargando el acento sobre este todos- habrán de sufrir, siquiera el sufrimiento se reduzca a veces a persecuciones exteriores. ¡Cuántas persecuciones tuvo que sufrir ya Pablo sólo por parte de sus propios hermanos cristianos! ¿Amenazan quizá persecuciones a Timoteo y a la comunidad cristiana, puesto que tan ahincadamente hace referencia a éstas? Es que Jesús mismo lo había predicho ya sin ambages: «Seréis odiados por todos a causa de mi nombre» (Mat_10:22). Como los discípulos de Jesús no son del mundo, por eso los odia el mundo. «Acordaos de la palabra que os dije: El esclavo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán» (/Jn/15/19s).

Aquí se sienta un principio fundamental de vida cristiana para todos los que quieran vivir religiosamente en Cristo Jesús. Pero esta seguridad del camino doloroso que les espera no debe desalentar o aplanar a los cristianos. «Bienaventurados los perseguidos por atenerse a lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando, por causa mía, os insulten y persigan y digan toda clase de calumnias contra vosotros. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos» (Mat_5:10-12). Por esto mismo tampoco Timoteo debe quedar sorprendido y desconcertado por todos los sufrimientos y persecuciones. La convicción de la poderosa ayuda de Dios y la confianza en la asistencia del Señor lo fortalece y lo conforta.

13 Los hombres malvados e impostores irán de mal en peor, engañando y engañándose.

Otro motivo para perseverar fielmente por el camino emprendido debe ser para Timoteo el mirar a los maestros del error que han abandonado el camino de la fe cristiana. Pablo los llama «hombres malvados» porque oponen resistencia a la verdad de Dios. Los llama «impostores», embaucadores, porque con sus artificios de seducción extravían a los hombres. Su extravío los va sumiendo cada vez más en el extrañamiento de Dios. Ellos mismos que descarrían a otros son descarriados por el error y van constantemente de mal en peor. De esta manera se convierten en escarmiento para todos los cristianos. Muestran, en efecto, a qué conduce el renegar de la verdadera y pura doctrina.

b) Fidelidad a la Sagrada Escritura (3/14-17).

14 Tú, en cambio, permanece en lo que aprendiste y aceptaste con plena convicción, acordándote de quiénes lo aprendiste, 15 y porque desde niño conoces las Sagradas Escrituras, que tienen el poder de instruirte para la salvación por la fe en Cristo Jesús.

Contrariamente a los falsos maestros, Timoteo debe seguir impertérrito la tradición apostólica de la fe. Así estará garantizado contra todos los extravíos. Lo que en otro tiempo recibió mediante la instrucción cristiana, se ha convertido ya para él en la más íntima convicción de fe. Dos hechos le han de mover a avanzar por el camino emprendido: en primer lugar, el recuerdo de sus maestros. Desde sus más tiernos años fue instruido en la fe por su piadosa madre Eunice y por su abuela Loide (Mat_1:5). Luego fueron el Apóstol mismo, como también otros predicadores de la fe, los que le dieron las instrucciones. Todos ellos penetrados de profunda fe, lo iniciaron en el patrimonio doctrinal del Antiguo Testamento, así como en el cristiano.

Otra norma de su vida cristiana y del desempeño de su cargo son las Sagradas Escrituras que conoce desde niño. Desde los más tiernos años, en la sinagoga, fue instruido por su madre y su abuela (Mat_1:5) en las Escrituras del Antiguo Testamento. Estas le muestran el camino de la salvación eterna, si las lee a la luz de la fe revelada y otorgada en Cristo y conservada en comunión con Cristo. Con su cumplimiento en Cristo y a esta nueva luz de la fe, muestran las Sagradas Escrituras el profundo conocimiento del camino salvífico de Dios y conducen a la salvación eterna.

16 Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en la virtud. 17 De esta manera el hombre de Dios estará bien formado y bien pertrechado para toda obra buena.

BI/EDUCADORA-FE: Ahora bien, ¿qué es lo que confiere tan gran importancia a las Escrituras del Antiguo Testamento? Es que toda la Escritura está inspirada por Dios. Los autores humanos de estos libros no escribieron por su propia cuenta, sino como instrumentos del Espíritu Santo, por lo cual Dios mismo es el autor de la Sagrada Escritura del Antiguo Testamento. Así pues, Dios mismo influye eficazmente en la redacción y en el contenido de los libros de la Sagrada Escritura, por lo cual es realmente Dios quien, en ella, habla a los hombres; por eso la palabra de la Escritura es palabra de Dios.

Así, por proceder de Dios la Sagrada Escritura, como palabra de Dios que es, contiene sabiduría divina para enseñar y educar. Por eso es para los cristianos el instrumento divino para instruir acerca de la voluntad de Dios, para convencer a los pecadores y a los que yerran, para estimular y mejorar a los que se convierten, para educar en la recta forma de vida, tal como Dios la exige y tal como corresponde a su voluntad.

Así la Sagrada Escritura pone al «hombre de Dios» (cf. 1Ti_6:11), al ministro de Dios en la comunidad cristiana, pero también a todo cristiano, en una situación tal, que se halle a la altura de todas las exigencias de su cargo o condición, y se vea bien pertrechado para toda obra buena, para toda obra de amor. Aquí se formula clara y taxativamente un juicio sobre las Escrituras del Antiguo Testamento. Los libros del Antiguo Testamento son obra del Espíritu de Dios, están inspirados por Dios. Cierto que sólo la inteligencia de estas Escrituras a la luz de Cristo revela toda su profundidad y las convierte así en instrumento de santificación para los cristianos. ¡Con qué amor debería, por tanto, el cristiano leer las Sagradas Escrituras, escuchar la palabra de Dios, escudriñarla, meditarla y convertirla en norma de su vida! La Sagrada Escritura es la fuente de toda educación y formación cristiana en la fe.



Comentario de Santo Toms de Aquino


Lección 3: 2 Timoteo 3,12-17
Es cosa corriente que los santos padezcan persecución y que los malos cada día se hagan más malos; por eso amonesta a Timoteo a perseverar en lo que aprendió y le declara la utilidad de las Escrituras.12. Et omnes qui pie volunt vivere in Christo lesu persecutionem patientur.13. Mali autem homines et seductores proficient in peius, errantes et in errorem mittentes.14. Tu vero permane in his quae didicisti, et credita sunt tibi, sciens a quo didiceris.15. Et quia ab infantia sacras litteras nosti, quae te possunt instruere ad salutem, per fidem quae est in Christo lesu.16. Ornnis enim scriptura divinitus inspirata utilis est ad docendum, ad arguendum, ad corripiendum, ad erudiendum in iustitia.17. Ut perfectas sit homo Dei ad omne opus bonum ins-tructus.Arriba propuso a Timoteo como dechado las persecuciones que él mismo padeció; y, porque no parezca que él solo ha pasado por esas vejaciones, hace patente que esto es moneda corriente entre los santos; aquí la pasan mal en sufrir penalidades, al paso que los malos, por sus culpas, van de mal en peor. Dice pues: he padecido persecuciones, mas no sólo yo, sino todos. Piadosamente se toma en 2 sentidos: unas veces por la virtud de ia piedad que se refiere al culto divino; otras por la misericordia para con el prójimo. Así pues, "todos ios que quieren vivir piadosamente, según Jesucristo", esto es, quieren observar el culto de la Religión cristiana (Tito 2), "han de padecer persecución", mayormente en la primitiva 1glesia cuando de todas partes impugnaban a Cristo Judíos y Gentiles (Jn 16; Mateo 24). Asimismo, todos los que quieren vivir piadosamente, esto es, por la fe en Cristo, observar la misericordia para con el prójimo, por fuerza han de padecer persecución, por dentro, si no por fuera, a saber, cuando se compadecen de las faltas de sus prójimos, cuyas culpas y penalidades están viendo (2Co 11; 2Pe 2; Sal 1 18). Hay también otras persecuciones que no pueden faltar del todo a los santos, a saber, del demonio, el mundo y la carne, porque, como se dice en Gal. 5,17: "la carne tiene deseos contrarios a los del espíritu". Véase también Rm 7; Salmo 30.Al decir luego que "los malos hombres irán de mal en peor", muestra que los malos caen en males peores, a saber, de culpa. Dice los malos en sí, a saber, en cuanto hechos una pella de pecados (Mateo 21); "y los impostores" o seductores, en perjuicio de los prójimos, por cuanto los apartan del camino de la verdad, que es el común (Rm 16): "con palabras melosas y con adulaciones, seducen los corazones de los sencillos". Mas, no contentos con el mal que hacen, "irán de mal en peor". "El que está sucio prosiga ensuciándose" (Ap 22,1 1). -Pero al contrario dice arriba: "no lograrán sus intentos". Digamos que van de ma! en peor o por permisión de Dios o, como aquí se entiende, por la intención maliciosa de ellos, que apunta siempre a ese blanco (de la maldad); mas, según la providencia divina, se ven impedidos de llevar a cabo lo que empezaron. Pero en sí mismos irán de mal en peor, por cuanto yerran acerca de la verdad. "Muy errados andáis, por no entender !as Escrituras, ni el poder de Dios" (Mateo 22,29). Yerran asimismo en las obras, y de esta manera todos los malos yerran (Pr 14). Yerran también con los prójimos, por seductores; de donde dice: "haciendo errar a otros", a saber, persuadiendo que por el camino de la prosperidad se puede llegar al reino de los cielos, contra lo dicho arriba: "que todos los que quieren vivir piadosamente... " "Pueblo mío, los que te llaman bienaventurado ésos son los que te traen engañado" (Is 3,12). -"Mas tú mantente firme en lo que has aprendido".Y esta exhortación a mantenerse firme es por 3 capítulos: por parte del que le enseña, por parte del mismo Timoteo, por parte de lo que recibió. Dice pues: has seguido mi doctrina... luego, mantente firme en ella (Eccl. X; 1Co XV); "en lo que has aprendido y se te ha encomendado", porque todo cristiano aprende las cosas de fe, y ésta es la doctrina de la salvación (Jn 6); mas de manera especial se encomiendan a los prelados las enseñanzas de la fe, por razón del encargo que tienen de dispensarlas a los demás (Gal. 2). Y ¿por qué es menester mantenerse firme? Porque el maestro que me lo enseñó es de tal competencia que no pudo errar. "En mí habla Cristo" (2Co 13). Por tanto, mantente firme, considerando que, de quien lo aprendiste, es de Pablo, que no lo aprendió de un hombre ni por magisterio de un hombre (Gal. 2).Segunda razón, por la propia condición; porque es vergonzoso para un hombre, educado con buena crianza desde su niñez, venir a flaquear en la vejez. "El hombre que de la justicia se vuelve al pecado destínale Dios a la perdición" (Sir 26,27). Y Timoteo con esa diligencia fue educado. "La senda por la cual comenzó el ¡oven a andar desde el principio, esa misma seguirá también cuando viejo" (Sir 22,6). Por eso dice: "y también que desde la niñez aprendiste las sagradas letras", que son las del Antiguo Testamento, que aprendió desde la infancia, por ser hijo de mujer judía. Por tanto, hizo su madre que lo criasen con ellas, esto es, con el Antiguo Testamento -contra lo que dicen los maniqueos- porque el Apóstol llama aquí al Antiguo Testamento Sagradas Letras, que no pueden entenderse del Nuevo Testamento, que no le habían enseñado de niño.*Tercera razón, de parte de lo que recibió; porque si alguno cursa alguna ciencia inútil, la deja y pasa a otra; mas si la ciencia es útilísima, sería una insensatez dejarla; porque "toda escritura inspirada de Dios es propia para enseñar, para convencer. ."Digo pues que recibiste las Sagradas Letras que, por útiles, no han de menospreciarse. "Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña cosas útiles" (Is 48). Por eso añade: "que te pueden instruir" -"Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna" (Jn 6 y 5). Y estas Sagradas Letras te pueden instruir para la salvación, mas no sino mediante la fe en Cristo Jesús, "siendo así que el fin de la Ley es Cristo, para justificar a todos los que creen en El" (Rm 10,4).Y manifiesta el por qué diciendo: toda escritura, donde demuestra que las Sagradas Letras son el único camino de la salvación; por 3 razones: porque las recomienda por razón de su principio, por razón de sus efectos provechosos y por razón del último fruto y utilidad. Pues si atendemos a su principio, sobre todas se lleva la gala; porque las otras son fruto del entendimiento humano, pero la Sagrada Escritura es divina; por eso dice: "Escritura inspirada de Dios"; "porque no traen* Ni empezaba todavía a escribirse. (Nota del trad.)su origen las profecías d(c) ia voluntad de ios hombres, sino que ios varones santos de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Sanio" (¡I Pedro 1,21), Mas dirás: ¿cómo es que no están divinamente inspiradas las otras escrituras, ya que, según San Ambrosio, toda verdad, quienquiera que la diga, dimana del Espíritu Santo?Hemos de decir que Dios tiene 2 operaciones: inmediata la una, como los milagros (obra propia suya); mediata la otra, por medio de causas inferiores, como las obras naturales (Jb X), que, con todo, hácense por la operación de la naturaleza. Así en el hombre instruye el entendimiento ora inmediatamente por las Sagradas Letras, ora mediatamente por las otras escrituras. Y el efecto de esta escritura es doble, porque enseña a conocer la verdad y persuade a obrar la justicia. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, os enseñará, a saber, lo que debéis conocer, y os sugerirá lo que habéis de obrar" (Jn 14). Por consiguiente es útil para conocer la verdad y útil también para gobernar las acciones; porque hay razón especulativa y razón práctica, y en ambas es necesario que conozca la verdad y rechace el error; pues no mentir y refutar al que miente es obrar sabiamente. Cuanto a lo primero dice: "es propia para enseñar", a saber, la verdad (Sal 1 18). Cuanto a lo segundo: "para convencer". Así en Tito 1,9, le dice que el obispo sea "adicto a las verdades de la fe, según se la han enseñado a él, a fin de que sea capaz de instruir en la sana doctrina y redargüir a los que contradijeren".También cuanto a la razón práctica es necesario que aparte del mal e induzca al bien (Sal 33). Cuanto a lo primero dice: "para corregir", esto es, de lo malo. "Dichoso el hombre a quien el mismo Dios corrige" (Jb 5, i 7; Mateo 18). Cuanto a lo segundo: "para gobernar en la justicia". Y todo esto lo hace la Sagrada Escritura (Is. 8). Cuatro pues son los efectos de la Sagrada Escritura, a saber: enseñar la verdad, rebatir arguyendo la falsedad, por lo que hace a la razón especulativa; librar del mal e inducir al bien, en lo que mira a la práctica; y el último efecto suyo es llevar a los hombres a la perfección; pues no el bien como quiera, sino el perfecto, es su obra (He 6). Por eso dice: "para que el hombre de Dios sea perfecto", pues no puede ser perfecto si no es hombre de Dios; porque una cosa perfecta es la cabal y acabada, a la que no le falta nada. Y entonces el hombre es perfecto cuando está apercibido, esto es, preparado "para toda obra buena", no sólo para las que son de necesidad para salvarse, sino también para ias que son de supererogación. No nos cansemos, pues, de hacer el bien" (Gal. 6,9).

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Puesta en guardia contra los seudoprofetas, 3:1-17,
1 Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles, 2 porque habrá hombres egoístas, avaros, altivos, orgullosos, maldicientes, rebeldes a los padres, ingratos, impíos, 3 desnaturalizados, desleales, calumniadores, disolutos, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, 4 traidores, protervos, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios, 5 que con una apariencia de piedad están en realidad lejos de ella Guárdate de ésos, 6 pues hay entre ellos quienes se introducen en las casas y se captan el ánimo de mujerzuelas cargadas de pecados, que se dejan arrastrar de diversas concupiscencias, 7 que siempre están aprendiendo, sin lograr jamás llegar al conocimiento de la verdad. 8 Y a la manera que Jannes y Mambres se opusieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad, como hombres de entendimiento corrompido, reprobados en la fe. 9 Mas no saldrán con sus intentos, porque su insensatez es a todos manifiesta, como lo fue la de aquéllos. 10 Pero tú has seguido de cerca mis enseñanzas, mi conducta, mis planes, mi fe, mi longanimidad, mi caridad, mi paciencia, 11 mis persecuciones y aflicciones, las que hube de soportar en Antioquía, Iconio y Listra, donde tantas persecuciones sufrí, de las cuales, sin embargo, me libró el Señor. 12 Y todos los que aspiran a vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones. 13 Los hombres malos y seductores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados; 14 pero tú permanece en lo que has aprendido y te ha sido confiado, considerando de quiénes lo aprendiste,15 y porque desde la infancia conoces las Escrituras Sagradas, que pueden instruirte en orden a la salud por la fe en Jesucristo. 16 Pues toda la Escritura es divinamente inspirada y útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté equiparado para toda obra buena.

Habla aquí San Pablo de hombres perversos (v.2-4), que surgirán en los últimos días (v.1) y que tendrán apariencia de piedad, aunque en realidad estarán muy lejos de ella (v.5). ¿A quiénes se refiere aquí San Pablo? Pues, de una parte, parece anunciar la aparición de esos hombres como algo futuro (cf. v.1); de otra, parece presentarlos como algo ya presente (cf. v.6).
Creemos que es exactamente el mismo caso que en 2Te_2:3-7, hablando del hombre del pecado (anticristo) en futuro y del misterio de iniquidad actuando ya en presente. Esos últimos días, conforme al significado corriente de la expresión (cf. Isa_2:2; Hec_2:17; 1Ti_4:1), es la era mesiánica en que vivimos, último período de la historia humana. Pablo no sabe si ese período será largo o corto (cf. 1Te_5:1-11); lo que sí sabe, pues ya lo había anunciado Jesucristo (cf. Mat_24:11-12.24; Luc_18:8), es que antes de la parusía o final de ese período surgirán hombres perversos, seudoprofetas con apariencia de piedad, con peligro de seducir incluso a los elegidos, si ello fuese posible. Conviene, pues, vivir vigilantes. Es lo que encarga a Timoteo 357. El catálogo de vicios de los v.2-4 recuerda otras enumeraciones parecidas, como ya hicimos notar al comentar 1Ti_1:9-10.
A partir del v.10, Pablo propone una vez más a Timoteo su propio ejemplo. Muchas persecuciones, pero de todas le libró el Señor (v.11; cf. Hec_13:50-51; Hec_14:5.19). No sabemos por qué Pablo, entre tantas penalidades y persecuciones como sufrió, mencione precisamente esas de Antioquía, Iconio y Listra. Quizá porque eran las primeras de su recién estrenado apostolado, y todo lo del principio suele quedar más grabado; o quizá también porque tocaban más de cerca a Timoteo, habiendo tenido lugar en su país natal. Entre las cosas que Timoteo ha podido apreciar en Pablo (v.10), se alude expresamente a la fe, caridad y paciencia (??????? ), virtud esta última que constituye como una forma privilegiada de la esperanza (cf. 2:10; 2Co_6:4), formando así la trilogía de las virtudes teologales, mención que es frecuente en Pablo, como ya hicimos notar al comentar 1Te_1:2-3.
Lo que el Apóstol añade en los v.14-15 es de suma importancia doctrinal. Ahí tenemos indicado el cauce como llega a nosotros la verdad revelada o mensaje evangélico: tradición, Sagrada Escritura. Entre los maestros de la fe de Timoteo hay que contar, sin duda, a su abuela y a su madre (cf. 1:5), pero sobre todo a Pablo (cf. 2:2; 3, 10). De la Escritura dice el Apóstol (v.16) que es divinamente inspirada (3?????????? ), afirmación básica, en virtud de cuya realidad los Libros Sagrados están por encima de cualquier otro libro, por profundo y bien compuesto que lo supongamos. De esa realidad que la hace estar exenta de todo error, fluye como consecuencia necesaria su utilidad para enseñar la verdadera doctrina, para combatir los errores, para corregir los vicios y para hacer progresar en la vida moral. Bien pertrechado con su conocimiento, el hombre de Dios o ministro del Evangelio (v.17) estará en condiciones de desempeñar debidamente su ministerio. Directamente Pablo está refiriéndose al Antiguo Testamento, que era el que Timoteo había aprendido desde su infancia (v.14-15); pero su afirmación del v.16 vale igualmente para el Nuevo, una vez que el catálogo de libros veterotestamentarios haya sido ampliado con los neotestamentarios.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Otros encargos a Timoteo

En esta sección la referencia de Pablo a Timoteo genera un fuerte contraste con la descripción de los falsos maestros en la sección anterior. Esto está dado por el pronombre enfático tú. A Timoteo primero se le da un resumen histórico (10-12). El había tenido la ventaja de observar las enseñanzas de Pablo y su manera de vivir. El hecho de que Pablo mencione que Timoteo conoce bien todas sus enseñanzas debería prevenirnos de adoptar conclusiones injustificadas basadas en la ausencia de los grandes temas paulinos en las cartas pastorales, como si ello fuera un argumento en contra de su autoría. Es digno de notar, además, que la refe rencia a aquellas cualidades espirituales (fe, paciencia, amor y perseverancia) que había mostrado son las mismas cualidades que Pablo había instado a Timoteo a seguir (cf. 1 Tim. 6:11). En cuanto a sus padecimientos, Pablo cita los incidentes de su primer viaje misionero, presumiblemente porque en aquel viaje conoció por primera vez a Timoteo. Timoteo recordaría vívidamente lo que Pablo había tenido que soportar y es probable que dicha experiencia haya sido un factor poderoso para persuadir a Timoteo para que se involucrara en la obra del evangelio. Cuando Pablo dice y de todas me libró el Señor, Timoteo sabría por su propia observación cuan cierto era esto.

A partir de una referencia a su propia experiencia de persecución, Pablo asegura a Timoteo que cualquiera que quiera vivir una vida piadosa será perseguido (v. 12). En esto no está haciendo más que repetir la enseñanza de Jesús. Pablo sabe que los impostores continuarán en esta época. Es natural que los engañadores vayan de mal en peor (v. 13). Una vez que el proceso haya comenzado, es difícil pararlo. Aquellos que engañan a otros terminan engañándose a sí mismos. Esto es verdad en todas las etapas en que se desarrollan las falsas enseñanzas.

De nuevo Pablo traza un fuerte contraste entre estos impostores y Timoteo, a quien anima a evitar ser engañado. Básicamente, él debe continuar en lo que ha aprendido y sabe por convicción personal (v. 14). Tal consejo es aplicable a to dos los líderes cristianos. Naturalmente, la fuente del conocimiento impartido es importante. Timoteo no había tenido sólo la ventaja de aprender mucho acerca del evangelio por boca de los apóstoles, sino que se le habían enseñado las Escrituras desde sus primeros años. Este énfasis sobre las Escrituras es importante aquí porque Pablo mismo se basaba mucho en el testimonio de la Escritura. El no espera que Timoteo confíe simplemente en lo que ha aprendido de Pablo sin reforzarlo con las Escrituras. Esto es un buen recordatorio de que es indispensable para el ministro del evangelio contar con un buen trasfondo de instrucción sólida.

Debería notarse que en el v. 15, Pablo utiliza la expresión Sagradas Escrituras, llamando especial atención a su carácter sagrado, presumiblemente en contraste con las fuentes seculares de la falsa enseñanza mencionada recientemente. Un aspecto importante es la función de la Escritura para hacer sabio para la salvación. Esto podría ser abundantemente ilustrado por las muchas ocasiones en que Pablo en sus cartas apela a las Escrituras en sus exposicio nes de la obra de Dios de salvación en Cristo.

El v. 16 exhibe una declaración categórica acerca del carácter de la Escritura y su utilidad. Pero el significado preciso ha sido muy disputado. Algunos han cuestionado si la palabra gr. grafe necesariamente se refiere a las Escrituras. Podría querer decir cualquier escrito. Pero el uso del término en el NT denota que la Escritura está bien establecida. Con todo, ¿se refiere a toda la Escritura o sólo a una parte? El uso de la palabra toda es determinante. Si toda aquí quiere decir todos sería posible entenderlo como distintas partes de la Escritura. Pero los usos paralelos en el NT sugieren que toda es la traducción correcta. Al ser así, Pablo está asumiendo que la Escritura en su totalidad es inspirada por Dios. Pero, ¿por qué necesita informar a Timoteo de ello? Sería mejor suponer que el punto principal del pasaje no es tanto la inspiración de la Escritura como su utilidad. Timoteo sabía de su inspiración, y esto elevaría su utilidad. Las cuatro funciones de la Escritura cubren un am plio espectro desde impartir doctrina hasta los desafíos para la conducta e instrucción en justicia. Estas funciones son todavía el propósito válido de la Escritura y son vitales para equipar el hombre de Dios, un término que describe especialmente a todos los maestros, pero es aplicable a todos los obreros cristianos. Nótese el significativo énfasis dado a la preparación cabal del siervo para la obra de Dios.

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)



51 (B) Recursos de que dispone el diri(-)gente eclesial en medio de los males de los últimos días (3,1-17).

(a) La conducta de los falsos maestros con(-)trastada con el virtuoso ejemplo de Pablo (3,1-12). Los malhechores son signos de los «últimos días» (3,1-5), gentes que «tienen la apariencia de piedad» (v. 5) pero no su reali(-)dad. Estos resultan ser personajes reales, los falsos maestros que actúan dentro de la comu(-)nidad de las pastorales (3,6-9). Timoteo (lo mis(-)mo que cualquier dirigente eclesial) no ha de seguir su ejemplo, sino el de Pablo (3,10-12). 2-5. La organización de esta lista gr. de vicios es(-)tá regida más por la asonancia y la aliteración que por un orden lógico o bíblico más pro(-)fundo. fanfarrones, soberbios... rebeldes a los pa(-)dres... despiadados: Estos vicios se mencionan casi en el mismo orden en Rom. 1,30-31. te(-)niendo la apariencia de piedad: Rom. 2,20 em(-)plea una frase bastante parecida. Mediante es(-)tos paralelos con Rom. el autor de las pastora(-)les tal vez desee dar a entender que quienes se apartan de la verdad recaen en la mala situa(-)ción de quienes vivieron antes de la venida de Cristo. 6. en las casas: En 2,20 está claro que oikia, «casa» o «familia», se refiere a la «casa» de los creyentes; tal vez signifique también eso mismo (o sea, «Iglesia doméstica») en las otras dos ocasiones en que aparece dentro de las pas(-)torales, en 1 Tim 5,13 y aquí, mujerzuelas: Gynaikaria es un diminutivo despectivo. Aunque la afirmación de que la enseñanza falsa atraía a las mujeres era una acusación corriente en la antigüedad, 1 Tim 5,13 da a entender que algu(-)nas mujeres contribuían a difundir esa ense(-)ñanza cristiana heterodoxa a la que se oponía el autor de las pastorales (cf. 1 Tim 2,9-15; 5,15; quizá también 4,7). toda clase de pasiones: Es el estado de esclavitud propio de los no creyentes, más que de los cristianos (véase Tit. 3,3). 8-9. Janés y Jambrés: Nombres dados en la tradición posterior (CD 5,18-19; véanse también Plinio, Hist. nat. 30.11; Apuleyo, Apol. 90; Numenio, frg. 9 [= Eusebio, Praep. evang. 0.8.1-2]) a los magos que se opusieron a Moisés en Éx 7,11-12. Lo mismo que ni estos hombres ni Coré y los suyos (2,19 supra) pudieron a la larga con(-)tra el verdadero representante de Dios, así tam(-)bién los falsos maestros están condenados a fracasar (v. 9). 10-11. El verdadero dirigente eclesial imitará a Pablo especialmente sopor(-)tando cualquier sufrimiento que le sobrevenga por mantener el evangelio, en Antioquía, en Iconio, en Listra: Pablo como tal nunca señala de manera particular sus actividades en estas ciu(-)dades. Véanse en cambio Hch. 13,50; 14,5-6.19. En HchPyT, la labor de Pablo se centraba en es(-)tas tres localidades, de todas me libró el Señor: Probable referencia a Sal 34,20, que insiste en la vindicación del justo. Como Moisés (2,19; 3,8), también Pablo fue vindicado por Dios. Cf. 4,18. 12. Principio generalizado: todos los ver(-)daderos cristianos sufrirán persecución, vivir piadosamente: Véase Tit. 1,1; 2,12.

52 (b) Los errores de los falsos maes(-)tros contrastados con la verdad de la Escri(-)tura (3,13-17). 13. La penosa situación de los falsos maestros, hechiceros: Es decir, son como Janés y Jambrés (3,8). Esta palabra es también un epíteto aplicado corrientemente a los ad(-)versarios filosóficos, extraviándose: Están en la misma situación que los no creyentes (véanse 3,6; Tit. 3,3). 14, tú, en cambio, persevera: «Per(-)severar», «mantenerse firme», «permanecer» (menein) se opone a la situación de los falsos maestros, que «van errantes» o «se extravían». de quiénes lo aprendiste: A Timoteo no le ense(-)ñó sólo Pablo, sino también su familia (1,5).
15. mediante la fe en Cristo Jesús: La Escritura -el autor piensa en el ATes capaz de ofrecer verdadera instrucción, pero sólo si se lee en el contexto de la fe de la comunidad cristiana. 16. todo texto de la Escritura es inspirado por Dios y útil: Puesto que probablemente el autor no podía imaginar que un texto escriturístico no estuviera inspirado, la otra trad. posible, «Todo texto divinamente inspirado de la Escritura es también útil», se debe rechazar en razón del contexto. Sobre theopneustos, véase TDNT 6.453-55. Al v. 16 se suele remitir habitualmen(-)te en los estudios acerca de la inspiración bí(-)blica (? Inspiración, 65:9-16). 17. hombre de Dios: Véase 1 Tim. 6,11. preparado para toda obra buena: Véase Tit 1,16.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter III.

1 Hee aduertiseth him of the times to come, 6 describeth the enemies of the trueth, 10 propoundeth vnto him his owne example, 16 and commendeth the holy Scriptures.

[Perillous times.]

1 This know also, that in the last dayes perillous times shall come.
2 For men shall bee louers of their owne selues, couetous, boasters, proude, blasphemers, disobedient to parents, vnthankfull, vnholy,
3 Without naturall affection, trucebreakers, [ Or, makebates.] false accusers, incontinent, fierce, despisers of those that are good,
4 Traitours, heady, high minded, louers of pleasures more then louers of God,
5 Hauing a forme of godlinesse, but denying the power thereof: from such turne away.
6 For of this sort are they which creep into houses, and leade captiue silly women laden with sinnes, led away with diuers lusts,
7 Euer learning, and neuer able to come to the knowledge of the trueth.
8 Now as Iannes and Iambres withstood Moses, so do these also resist the trueth: men of corrupt mindes, [ Or, of no iudgement.] reprobate concerning the faith.
9 But they shal proceede no further: for their folly shall be manifest vnto all men, as theirs also was.
10 But [ Or, thou hast been a diligent follower of.] thou hast fully knowen my doctrine, maner of life, purpose, faith, long suffering, charitie, patience,
11 Persecutions, afflictions which came vnto me at Antioch, at Iconium, at Lystra, what persecutions I indured: but out of them all the Lord deliuered me.
12 Yea, and all that will liue godly in Christ Iesus, shall suffer persecution.
13 But euill men and seducers shall waxe worse and worse, deceiuing, and being deceiued.
14 But continue thou in the things which thou hast learned, and hast been assured of, knowing of whome thou hast learned them.
15 And that from a childe thou hast knowen the holy Scriptures, which are able to make thee wise vnto saluation through faith which is in Christ Iesus.
16 All Scripture is giuen by inspiration of God, & is profitable for doctrine, for reproofe, for correction, for instrution in righteousnesse,

[Itching eares.]

17 That the man of God may be perfect, [ Or, perfected.] throughly furnished vnto all good workes.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Los últimos tiempos. Comienza aquí una exhortación para los tiempos finales que se avecinan. Dado el carácter de testamento de esta carta, Pablo prevé su final próximo -el autor que personifica al Apóstol conoce su martirio-, de modo que no podrá prestar su ayuda en los tiempos difíciles que se avecinan. Antes de partir -víctima de la persecución- da consejos a su sucesor y le previene de lo que va a suceder. Es lo que hacía Jesús en los discursos escatológicos (Mt 24; Mc 13), y lo decía expresamente: «se lo digo ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo soy» (Jua_13:19). El discípulo y sucesor de Pablo tendrá que valerse de las enseñanzas y ejemplos del maestro y de lo que aprendió por la Escritura.
La maldad de los tiempos se presenta con una enumeración retórica de tipos malvados, inspirada en las listas de vicios que denunciaban tanto la moral judía como la griega. Todo apunta al clima de corrupción de la sociedad en que vivían las comunidades cristianas, corrupción que también se «mete en las casas» (6) de los creyentes por medio de esos individuos corruptos que presentan sus elucubraciones con ropaje de religiosidad pero que rechazan sus exigencias. Timoteo como responsable de la comunidad debe estar en guardia y evitarlos. Pero no prevalecerán, como no prevalecieron aquellos rivales de Moisés que se opusieron a su misión.
Timoteo, por el contrario, se ha mantenido fiel a la enseñanza recibida de su maestro y su fidelidad a la memoria de Jesús se manifiesta en el testimonio de una vida de «fe, paciencia, amor y perseverancia» (10) y, sobre todo y al igual que Pablo, en la marca de autenticidad de la misión apostólica: «mis persecuciones y sufrimientos» (11). La persecución forma parte de la vida de un apóstol, como anunció Jesús: un discípulo no es más que su maestro (Mat_10:24; cfr. Hch_9:16). No sólo de los apóstoles sino de todo cristiano y cristiana auténticos.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. Ver 2Te_2:3-12.

8. Una tradición rabínica ponía a "Janés y Jambrés", considerados discípulos o hijos de Balaam, como jefes de los magos egipcios que se opusieron a Moisés. Ver Exo_7:11-13, Exo_7:22; Exo_8:3-15.

14-15. Timoteo recibió la doctrina de Loide y de Eunice ( Exo_1:5), y más tarde, del mismo Pablo, quienes lo iniciaron en el conocimiento de los Libros sagrados del Judaísmo.

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

Los «últimos días» (v. 1) son los que han comenzado con la Encarnación de Cristo.

Entre los hombres cargados de vicios (vv. 2-5), resultan especialmente peligrosos los que se dedican a sembrar en todas partes doctrinas contrarias a la fe y peligrosas para la moral. Yannes y Yambrés (pueden significar «el que niega» y «el que yerra» posible del Targum del Pseudo-Jonatás también citado en 1 Cor 10,4 (la roca que los seguía...)) (v. 8) eran, según tradiciones judías, los nombres de los magos egipcios que fueron llamados por el Faraón para que imitaran con sus artes mágicas los prodigios que Moisés y Aarón realizaban en su presencia (cfr Ex 7,11).

Los retazos autobiográficos de Pablo (vv. 10-13), bien conocidos de Timoteo, que era natural de Listra, sirven para animarle. «A un gran atleta corresponde vencer a pesar de los golpes. Sopórtalo todo por Dios, para que también Él nos soporte» (S. Ignacio de Antioquía, Ad Polyc. 3,1).


Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 3.1 Mt 24; Mc 13; 2 Ts 2.3-12.

[2] 3.8 Janes y Jambrés: nombres que la tradición judía daba a los magos de Egipto mencionados en Ex 7.11-12,22; 9.11, etc.

[3] 3.11 En Antioquía (de Pisidia): Hch 13.14-52. En Iconio: Hch 14.1-7. En Listra: Hch 14.8-20.

[4] 3.16 Cf. Heb 4.12; 2 P 1.21.

Torres Amat (1825)



[7] Engañadas por esos impostores, enemigos de la verdad.

[12] De los enemigos de la fe, de los malos cristianos o de nuestra concupiscencia.