Exodo  38, 24-31

El total del oro empleado en el trabajo, en todo el trabajo del Santuario, es decir, el oro de la ofrenda reservada, fue de veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, en siclos del Santuario; la plata de los incluidos en el censo de la comunidad, cien talentos y mil setecientos setenta y cinco siclos, en siclos del Santuario: un becá por cabeza, o sea medio siclo, en siclos del Santuario, para cada hombre comprendido en el censo de los seiscientos tres mil quinientos cincuenta hombres, de veinte años en adelante. Los cien talentos de plata se emplearon en fundir las basas del Santuario y las basas del velo; cien basas correspondientes a los cien talentos, un talento por basa. De los mil setecientos setenta y cinco siclos hizo ganchos para los postes, revistió sus capiteles y los unió con varillas. El bronce de la ofrenda reservada fue de setenta talentos y dos mil cuatrocientos siclos. Con él hizo las basas para la entrada de la Tienda del Encuentro, el altar de bronce con su rejilla de bronce y todos los utensilios del altar, las basas del recinto del atrio y las basas de la entrada del atrio, toda la clavazón de la Morada y toda la clavazón del atrio que la rodeaba.
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