II Corintios 11, 8-9
“
A otras iglesias despojé, recibiendo de ellas con qué vivir para serviros. Y estando entre vosotros y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos llegados de Macedonia los que remediaron mi necesidad. Siempre evité el seros gravoso, y lo seguiré evitando. ”