Eclesiastés 5, 3-5

Si haces un voto a Dios, no tardes en cumplirlo, pues no le agradan los necios. El voto que has hecho, cúmplelo. Es mejor no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos. No permitas que tu boca haga de ti un pecador, y luego digas ante el Mensajero que fue inadvertencia.¿Por qué dar a Dios la ocasión de irritarse contra ti y de arruinar lo que haces?
Ver contexto