Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
16. La Sedición de Coré y su Castigo.
E ste capítulo está diversamente dividido en el TM y los LXX y Vg, pues el texto hebreo tiene sólo 35 versos, mientras que el griego y el latino tienen 50. Como en otros casos, seguiremos la numeración de la Vg, poniendo entre paréntesis la numeración del TM a partir del v.35.
Desde el punto de vista literario, este capítulo y el siguiente son muy confusos, y los críticos distinguen al menos dos narraciones. Parece que al menos hay tres sediciones:
a)
la de los rubenitas, Datan y Abirón, contra los privilegios de Moisés 1;
b)
la de los levitas, dirigidos por Coré, contra los privilegios de Aarón y su familia2;
c)
la del pueblo en general contra Moisés y Aarón por haber sido causa del exterminio de parte del pueblo3. Los rubenitas, como descendientes del primogénito de Jacob, no soportan el liderazgo de Moisés, que es de la tribu de Levi, y los levitas no admiten los privilegios de la familia sacerdotal
de Aarón, hermano de Moisés. Así, las dos sediciones son perfectamente verosímiles en la vida azarosa del desierto, cuando faltaba todo y Moisés se mostraba impotente para introducirlos en la tierra prometida. Ambos movimientos sediciosos debieron combinarse para derribar a Moisés en los momentos más críticos, cuando el pueblo estaba decepcionado por la derrota de Jormá.
La Sedición de Coré, Datan y Abirón (1-14).
1
Coré, hijo de Isar, hijo de Caat, hijo de Levi; Datan y Abirón, hijos de Eliab, y On, hijo de Felet, de los descendientes de Rubén, 2
se alzaron y se pusieron frente a Moisés, arrastrando tras de sí a doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, todos de los principales de la asamblea, de los del consejo, hombres distinguidos 3
Se conjuraron contra Moisés y Aarón, y dijeron a éstos: Básteos ser uno de tantos, pues santos son todos los de la asamblea y en medio de todos está Yahvé. ¿Con qué derecho os levantáis vosotros sobre la asamblea de Yahvé? 4
Apenas oyó esto Moisés, se echó rostro a tierra. 5
Después habló a Coré y a toda su facción, diciendo: Mañana dará Yahvé a conocer quién es el suyo y quién es el santo que desea cerca de sí; y al elegido, El a sí lo acercará. 6
Haced esto: Tomad vuestros incensarios, Coré y toda su facción; 7
poned mañana fuego en ellos, y sobre el fuego, el incienso ante Yahvé; aquel a quien elija Yahvé, ése será el santo. Esto os bastará, hijos de Leví. 8
Y volviéndose después a Coré, añadió: 9
Oídme, hijos de Leví: ¿Os parece todavía poco el haberos Yahvé, Dios de Israel, segregado de la congregación de Israel, acercándoos a sí para que le sirváis en el tabernáculo de Yahvé y estéis delante de la comunidad como ministros suyos? 10
Porque El os ha elegido de ese modo a ti y a todos tus hermanos, hijos de Leví, ¿ambicionáis también ahora el sacerdocio? 11
Tú y tus partidarios habéis conspirado contra Yahvé. ¿Qué es Aarón para que contra él vayan vuestras murmuraciones? 12
Moisés mandó llamar a Datan y a Abirón, hijos de Eliab; pero ellos respondieron: No queremos ir; 13
¿todavía te parece poco habernos sacado de una tierra que mana leche y miel, para traernos a morir a un desierto, que también quieres seguir tiranizándonos? 14
No es a una tierra que mana leche y miel a donde nos has traído; ni un trozo de tierra nos has dado en posesión, ni una viña; ¿crees que están ciegos todos estos hombres? No, no vamos.
En el Deuteronomio se habla de los sacerdotes levíticos, sin distinguir las dos órdenes de
sacerdotes y
levitas, el cual atribuye a Aarón y a sus hijos el
sacerdocio, el oficio de los que se acercan a Yahvé. Que estas prerrogativas no se impusiesen sin oposición, se comprende fácilmente. Es el caso de la insurrección de Coré y de muchos levitas con él. Coré era primo hermano de Moisés y de Aarón4, y protesta contra los privilegios de éstos, pues todos los de la asamblea son
santos (porque Yahvé habita con ellos), y, en consecuencia, pueden acercarse a Dios a ofrecer sacrificios en el altar como los hijos de Aarón (v.5). Moisés propone una prueba, y ya que reclama funciones específicamente
sacerdotales, les propone una de las más sagradas, la de quemar incienso delante del altar. Yahvé decidirá si es del agrado su ministerio. Moisés retrasa un día la prueba, sin duda para dar lugar al arrepentimiento, y con palabras reflexivas invita a Coré y a los levitas insurrectos a pensar en su privilegio de ser guardianes del santuario, aunque no sean de la dignidad
sacerdotal (v.8).
La rebelión de Datan y Abirón tiene carácter político-social, pues se quejan de que Moisés los haya llevado a un desierto misérrimo, sin poder cumplir la promesa de introducirlos en la tierra que
mana leche y miel (v.12). Moisés quiere calmarlos y los llama a sí; pero ellos rehusan cumplir la orden, porque le consideran como un impostor que ha engañado al pueblo.
Castigo de los Insurrectos (15-35).
15
Moisés, muy enojado, dijo a Yahvé: No atiendas a su oblación. Ni un asno siquiera he tomado yo de ellos; a nadie he perjudicado. 16
Y luego dijo a Coré: Tu y tus partidarios presentaos mañana ante Yahvé; tú y ellos y Aarón. 17
Tomad cada uno un incensario y poned en él el incienso, y llegaos a Yahvé cada uno con su incensario, doscientos cincuenta incensarios, tú también y Aarón, con su incensario cada uno. 18
Tomaron, pues, cada uno su incensario, pusieron en ellos el fuego y echaron sobre él incienso y se presentaron a la entrada del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón. 19
Coré había llevado tras sí a toda la asamblea a la entrada del tabernáculo de la reunión, y la gloria de Yahvé se mostró a toda la asamblea. 20
Yahvé dijo a Moisés y Aarón: 21
Apartaos de esa turba, que voy a destruirla en seguida. 22
Ellos, postrándose rostro a tierra, dijeron: Oh Dios, Dios del espíritu de toda carne! ¿No es uno el que ha pecado? ¿Por qué airarte contra toda la congregación? 23
Yahvé habló entonces a Moisés, diciendo: 24
Habla a la congregación y di: Apartaos de en derredor del tabernáculo y de las tiendas de Coré, Datan y Abirón. 25
Levantose Moisés y se fue a donde estaban Datan y Abirón, yendo tras él los ancianos, 26
y habló a la congregación, diciendo: Apartaos luego de las tiendas de estos impíos; no toquéis nada suyo, para que no perezcáis por sus pecados. 27
Apartóse la muchedumbre de en derredor de las tiendas de Coré, Datan y Abirón. Datan y Abirón salieron a la puerta de sus tiendas y se quedaron allí en pie con sus mujeres, sus hijos y sus pequeños. 28
Dijo entonces Moisés: Ahora vais a saber que es Yahvé quien me ha enviado para hacer cuanto he hecho y que no lo hice de mi propio impulso. 29
Si éstos mueren de muerte natural, como mueren los hombres, no ha sido Yahvé el que me ha enviado; 30
pero, si haciendo Yahvé algo insólito, abre la tierra su boca y se los traga con todo cuanto es suyo y bajan vivos al seol, conoceréis que estos hombres han irritado a Yahvé. 31
Apenas acabó de decir estas palabras, rompióse el suelo debajo de ellos, 32
abrió la tierra su boca y se los tragó a ellos, sus casas y a todos los partidarios de Coré con todo lo suyo. 33
Vivos se precipitaron en el abismo y los cubrió la tierra, siendo exterminados de en medio de la asamblea. 34
Todo Israel, que allí en torno se hallaba, al oír sus gritos, huyó por miedo de que los tragase también a ellos la tierra. 35
También los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso fueron abrasados por un fuego de Yahvé.
Moisés declara que él no se ha aprovechado de su cargo para enriquecerse, y pide a Dios que no acepte el sacrificio de los insurrectos (v.16). Después invita a Coré a que se presente ante el santuario con sus secuaces a ofrecer incienso, para que Dios declare si acepta su servicio
sacerdotal (v.18). Con él iba todo el pueblo, ganado en gran parte por él (v.18).
Instantáneamente se manifestó la
gloria de Dios, quizá en la columna luminosa sobre el santuario5. Dios quiere exterminar a todo el pueblo, porque la insurrección ha sido masiva (v.21); pero Moisés y Aarón interceden, y piden que sean castigados sólo los principales culpables (v.22). El hagiógrafo procura destacar siempre el poder intercesor de Moisés y su espíritu magnánimo al perdón. Yahvé es el Dios
del espíritu de toda carne, es decir, el Señor de la vida, que se manifiesta por el
espíritu o
hálito vital. Moisés insiste en que Yahvé es el Señor de la
vida, para que no se complazca en enviar la muerte sin distinción de gentes. Yahvé accede y manda al pueblo que se aparte del lugar donde están los culpables, Coré, Datan y Abirón (v.24)6. Los v.25-27 parecen continuación de los v.12-15. Al rehusar Datan y Abirón ir junto a Moisés, éste tomó la iniciativa y se fue hacia ellos acompañado de los
ancianos o consejeros oficiales (v.25). Ordenó al pueblo que se apartara de las tiendas de aquellos impíos, pues se acerca el castigo divino (v.26). El v.27a parece adición redaccional para fusionar el castigo de Coré y el de Datan y Abirón. El texto es más claro prescindiendo de esa parte del v.27. Moisés proclama que, si Dios envía un castigo sobre los insurrectos, ello será la señal de que es
enviado de Yahvé; en caso contrario, un impostor (v.29). Al punto se abrió la tierra y fueron tragados Datan, Abirón y los suyos. En el v.32b se dice que entre ellos estaba Coré. Esto parece glosa redaccional, pues en el v.35 se dice que los que estaban con Coré fueron devorados por un
fuego, como pasó a Nadab y Abiú7. El redactor posterior ha querido juntar el castigo de los rubenitas y el de los levitas, y de ahí la complejidad redaccional del texto, que resulta algunas veces oscuro.
Los Incensarios de los Insurrectos, Incrustados Al Altar (36-40).
36(17:1)Después habló a Moisés, diciendo: 37(2)Manda a Eleazar, hijo de Aarón, sacerdote, que saque del incendio los incensarios, apartando el fuego, porque están santificados. 38(3)Los incensarios de esos que contra sus vidas pecaron, hazlos laminar, y reviste con las láminas el altar, pues se ofreció con ellos a Yahvé, quedando santificados, y servirán de recuerdo para los hijos de Israel. 39(4)Tomó Eleazar los incensarios de bronce con que habían ofrecido los abrasados, y los mandó laminar para revestir el altar, 40(5)para memoria de los hijos de Israel, para que ningún extraño a la estirpe de Aarón se acerque a ofrecer el timiama ante Yahvé, para no incurrir en la muerte de Coré y de sus secuaces, como lo había mandado Yahvé a Moisés.
Como los incensarios habían sido utilizados para ofrecer el incienso a Yahvé eran cosa
santa, y, por tanto, su material no debía quedar para usos profanos, ya que la
santidad de los objetos
santifica lo que toca8, por eso se ordena al sacerdote Eleazar recogerlos y laminarlos, destinando su material para recubrir el altar. No lo hace el sumo sacerdote Aarón para no contaminarse con lo impuro9. Los incensarios, si eran al estilo de los egipcios, eran fáciles de convertir en láminas, pues debían de tener la forma de una paleta con tres rebordes levantados y un mango corto10. El
altar recubierto de bronce no sería el de los
perfumes, que estaba recubierto de oro, sino el de los holocaustos, recubierto de bronce11. Ahora el nuevo recubrimiento tenía la finalidad de recordar a los israelitas el castigo de los que se habían atrevido a arrogarse funciones
sacerdotales sin ser de la clase sacerdotal.
Nueva Insurrección y Exterminio de Israelitas (41-50).
41
(6
)Al día siguiente, la muchedumbre de los hijos de Israel murmuraba contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis exterminado al pueblo de Yahvé. 42
(7
)Y mientras la asamblea se reunía contra Moisés y Aarón, éstos se dirigieron al tabernáculo de la reunión; y he aquí que le cubrió la nube y apareció la gloria de Yahvé. 43
(8
)Moisés y Aarón se acercaron al tabernáculo de la reunión, 44
(9
)y Yahvé habló a Moisés, diciendo: 45
(10
)Quitaos de en medio de esa turba, que voy luego a destruirla. Ellos se prosternaron rostro a tierra, 46
(11
)y Moisés dijo a Aarón: Toma el incensario; pon en él fuego del altar e incienso y corre a esa muchedumbre y expíala, porque se ha encendido la ira de Yahvé y ha comenzado ya la mortandad. 47
(12
)Tomó Aarón el incensario, como se lo mandara Moisés, y corrió a la asamblea; ya había comenzado la plaga a hacer estragos en el pueblo; pero él tomó el incienso e hizo expiación por el pueblo, 48
(13
)y se quedó entre los muertos y los vivos hasta que cesó la mortandad. 49
(14
)Habían perecido en aquella mortandad catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por lo de Coré. 50
(15
)Después, cuando hubo cesado la mortandad, se volvió Aarón a la entrada del tabernáculo de la reunión, donde estaba Moisés.
Gran parte del pueblo, en lugar de sentir respeto por los
enviados de Yahvé, Moisés y Aarón, cuya misión había sido confirmada con la desaparición de los rebeldes, culpó a éstos de la muerte de sus hermanos,
el pueblo de Yahvé (v.41-6), el pueblo elegido de Yahvé. Moisés y Aarón se refugiaron en el tabernáculo de la reunión (v.42), donde se apareció la gloria de Yahvé, o su manifestación gloriosa en la nube radiante y amenazadora. Dios quiere aniquilar a los murmuradores. En su acostumbrada actitud de intercesor, Moisés manda a Aarón que, como sumo sacerdote, vaya al lugar de la
mortandad para aplacar a Dios (v.46). No se indica la naturaleza del castigo12. La
expiación por el pueblo debe ser por medio del ofrecimiento del incienso por Aarón. La causa de la calamidad había sido el ofrecimiento ilegal de incienso por Coré, y por eso el remedio debe estar en un acto análogo contrario. En efecto, el sumo sacerdote aplacó la cólera divina, y así mostró que era de su agrado, quedando confirmadas sus prerrogativas excepcionales sacerdotales frente a las pretensiones de Coré y los levitas insurrectos y a la faz del pueblo. El sacerdocio legítimo pone remedio a una situación desencadenada por actos de un sacerdocio ilegítimo. Las víctimas fueron 14.700, pero hemos de considerar la cifra como exagerada e inverosímil, según los principios indicados al comentar el censo de los hebreos13.
1 16:1b; 2a; 12-1s; 25-26; 27b-34. 2 16: 1a; 2b; 3; 4-11; 19; 16-24; 273; 35. 3 16:41-50. 4
Exo_6:18.20. 5
Núm_14:10. 6 Extraña la mención de la
tienda de Coré, pues éste está ante el tabernáculo. Se cree que los nombres
Coré, Datan y
Abirón son adición posterior, siendo el texto primitivo
morada de Yahvé. 7
Lev_10:1-2. 8 Cf.
Exo_29:37;
Exo_30:20;
Lev_6:11;
Lev_6:20. 9 Cf.
Lev_21:11;
Núm_19:3. 10 Véase DB II 1775-1779. 11
Exo_27:2;
Exo_38:22 (
Heb_38:2). 12 Véase la explicación
midrasica de
Sab_18:20-25. 13 Cf. Núm 1 y comentario.