Genesis 1, 1-5

En el principio creó Dios el cielo y la tierra*. La tierra era caos y confusión*: oscuridad cubría el abismo, y un viento* de Dios aleteaba por encima de las aguas. Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. Vio Dios que la luz estaba bien, y separó Dios la luz de la oscuridad*; llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad llamó «noche». Atardeció y amaneció: día primero.
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