Exodo  21, 2-11

Si compras un esclavo hebreo, te servirá seis años; pero el séptimo saldrá libre, sin pagar nada. Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, su mujer saldrá con él. Si su amo le dio mujer, y ella le dio a luz hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán del amo, y él saldrá solo. Si el esclavo declara que quiere a su señor, a su mujer y a sus hijos, y que no desea quedar libre, su amo lo llevará ante Dios y, arrimándolo a la puerta o a la jamba, le horadará la oreja con una lezna; y será su esclavo para siempre. Si un hombre vende a su hija como esclava* , ésta no se irá como salen los esclavos. Si no agrada a su señor, al que había sido destinada* , el señor permitirá su rescate. No podrá venderla a extranjeros, tratándola con engaño. Si la destina para su hijo, la tratará como a sus hijas*. Si toma para sí otra mujer, no privará a la primera de la comida, del vestido ni de los derechos conyugales. Y si no le da estas tres cosas, ella podrá irse de balde, sin pagar nada.
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