I Pedro 3, 13-17

¿Quién puede haceros mal, si os afanáis por el bien? En cualquier caso, aunque sufrierais a causa de la justicia, dichosos vosotros. No les tengáis ningún miedo ni os turbéis*. Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestro interior, siempre dispuestos a dar respuesta a quien os pida razón de vuestra esperanza*. Pero hacedlo con dulzura y respeto. Mantened una buena conciencia, para que aquello mismo que os echen en cara sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta de creyentes. Pues más vale padecer por obrar el bien —si ésa es la voluntad de Dios— que por hacer el mal.
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