I Samuel 31, 10-13

Depositaron sus armas en el templo de Astarté y colgaron su cuerpo en los muros de Betsán. Cuando los habitantes de Yabés de Galaad* se enteraron de lo que los filisteos habían hecho con Saúl, se pusieron en marcha todos los valientes y, caminando durante toda la noche, tomaron del muro de Betsán el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos y, de regreso a Yabés, los quemaron allí*. Tomaron sus huesos y los sepultaron bajo el tamarisco de Yabés, y ayunaron siete días*.
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