I Tesalonicenses 4, 3-7

Dios quiere vuestra santificación*: que os alejéis de la fornicación, que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo* con santidad y honor, y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios; que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en este punto, pues el Señor se vengará de todo esto, como ya os dijimos y lo repetimos, pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.
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