II Samuel  1, 1-4

Después de la muerte de Saúl, volvió David de derrotar a los amalecitas y se quedó dos días en Sicelag. Al tercer día llegó del campamento uno de los hombres de Saúl, con los vestidos rotos y la cabeza cubierta de polvo. Al llegar donde David, cayó rostro en tierra. David le dijo: «¿De dónde vienes?» Le respondió: «Vengo huyendo del campamento de Israel.» Le preguntó David: «¿Qué ha pasado? Cuéntamelo.» Respondió: «Que el pueblo ha huido de la batalla; han caído y han muerto muchos del pueblo, y también han muerto Saúl y su hijo Jonatán.»
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