Deuteronomio  28, 30-33

Te desposarás con una mujer, pero otro hombre la hará suya; edificarás una casa, pero no la habitarás; plantarás una viña, pero no disfrutarás de ella. Tu buey será degollado en tu presencia, pero no comerás de él; tu asno será robado en tu presencia, pero no se te devolverá; tus ovejas serán entregadas a tus enemigos, pero no habrá quien te auxilie; tus hijos y tus hijas serán entregados a otra gente; y tus ojos lo estarán viendo y se consumirán por ellos todos los días de tu vida, sin poder hacer nada. El fruto de tu tierra y toda tu fatiga lo comerá un pueblo que no conoces. No serás más que un explotado y oprimido toda la vida.
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