Ezequiel  32, 10-15

Dejaré pasmados por ti a muchos pueblos, y sus reyes se estremecerán de horror por tu causa, cuando yo blanda mi espada ante ellos. Temblarán sin parar, cada uno por su vida, el día de tu caída*. Porque esto dice el Señor Yahvé: La espada del rey de Babilonia caerá sobre ti. Abatiré a tu numerosa tropa con la espada de guerreros, los más crueles de las naciones; arrasarán el orgullo de Egipto y todo su ejército será exterminado. Haré perecer a todo tu ganado, que pasta junto a aguas abundantes; ya no las enturbiarán pies humanos, no volverán a enturbiarlas pezuñas de animal. Entonces yo amansaré sus aguas, haré correr sus ríos como aceite —oráculo del Señor Yahvé—. Cuando yo convierta a Egipto en desolación, y el país sea despojado de cuanto contiene, cuando hiera a todos sus habitantes, sabrán que yo soy Yahvé.»
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