Ezequiel  36, 25-28

Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; os purificaré de todas vuestras inmundicias y de todas vuestras basuras. Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas*. Habitaréis la tierra que yo di a vuestros padres. Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Ver contexto