“ ^[[32:15]] consistente en doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, ^[[32:16]] treinta camellas criando, junto con sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez garañones. ^[[32:17]] Lo repartió todo en manadas independientes y lo confió a sus siervos, a quienes dijo: «Pasad delante de mí, dejando espacio entre manada y manada.» ^[[32:18]] Al primero le encargó: «Cuando te salga al paso mi hermano Esaú y te pregunte quién eres, adónde vas y para quién es eso que va delante de ti, ^[[32:19]] le respondes: ‘De tu siervo Jacob; es un regalo enviado para mi señor Esaú. Precisamente, él mismo viene detrás de nosotros.’» ^[[32:20]] El mismo encargo hizo también al segundo, al tercero y a todos los que iban tras las manadas. Les dijo: «En estos mismos términos hablaréis a Esaú cuando le encontréis. ^[[32:21]] Le diréis también: ‘Precisamente, tu siervo Jacob viene detrás de nosotros.’» Pues se decía: «Voy a ganármelo con el regalo que me precede, y después me entrevistaré con él. Tal vez me ponga buena cara.» ^[[32:22]] Así, pues, mandó el regalo por delante, y él pasó aquella noche en el campamento. ^[[32:23]] Aquella noche se levantó, tomó a sus dos mujeres con sus dos siervas y a sus once hijos y cruzó el vado del Yaboc. ”