Isaías 24, 18-23

El que escape del grito de pánico, caerá en la hoya; y el que logre salir de la hoya, caerá preso en la trampa. Porque las esclusas celestes se abren y tiemblan los cimientos de la tierra. Se raja y resquebraja la tierra, se quiebra y agrieta la tierra, sacudida se bambolea la tierra, vacila, vacila como un beodo, se balancea como una cabaña; pesa sobre ella su rebeldía, cae, y no volverá a levantarse. Aquel día castigará Yahvé al ejército de lo alto en lo alto y a los reyes de la tierra en la tierra; serán reunidos en montones, encadenados en la mazmorra; serán encerrados en la cárcel y juzgados al cabo de mucho tiempo. La luna se sentirá frustrada y el sol quedará avergonzado, cuando reine Yahvé Sebaot en el monte Sión y en Jerusalén, y su Gloria presida a sus ancianos.
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