Isaías 32, 9-14

Mujeres satisfechas, ¡arriba!, disponeos a oír mi voz; vosotras, hijas confiadas, prestad oído a mi palabra. Dentro de un año y unos días temblaréis todas las confiadas, pues se habrá acabado la vendimia y no habréis cosechado nada. Espantaos, satisfechas, temblad, confiadas, desvestíos, desnudaos, ceñid vuestra cintura, golpeaos el pecho, por la campiña deleitosa, por la viña fructífera, por el solar de mi pueblo (donde crecen zarzas y espinos), por todas las casas de jolgorio de la villa bullanguera. Vedlo: el alcázar abandonado, la ciudad bulliciosa deshabitada; en adelante Ofel y el Torreón* quedarán vacíos para siempre: delicia de asnos y pastizal de rebaños.
Ver contexto